viernes, 31 de octubre de 2014

No hablemos de industria, hablemos de gente

Hoy quisiera detenerme un poco y dedicarme a hablar de algunos conceptos que parecen necesarios aclarar, no porque estén en la agenda de los medios o de la política, sino porque pareciera que el discurso de "conflictos" campea sin que nadie ofrezca una visión balanceada acerca de las grandes empresas. Quiero decir, muchas veces nos referimos únicamente a las grandes beneficios económicos y dejamos por un lado las razones sociales e individuales que son en realidad lo que todos queremos: mejores condiciones de vida para la gente. Seré breve:

1) Generación de empleos: las grandes empresas, nacionales y transnacionales vienen, se instalan en una parte del país y contratan a personal de las localidades. Me refiero a grandes empresas con capacidad de producir quizá 500 o 3,000 empleos fijos. ¡Imagínense! Esto significa que más de 500 familias tendrán la oportunidad de tener una vida digna, con ingresos estables durante varios años. Muchas veces, como con las Hidroeléctricas o las Mineras, las concesiones son por 20 años o más, lo que significa que un buen trabajador -Como los son la mayoría de guatemaltecos- podrá mantener a su familia, ahorrar y tener un retiro satisfactorio. Imaginen más. Estas 300, 500 o más familias podrán pagar mejor educación para sus hijos, lo que los preparará para que el círculo de riqueza se expanda. ¿Hablo ilusiones? ¿Creen ustedes que ganarían mejor como jornaleros o en quehaceres "tradicionales"?

2) Infraestructura: quizá es el beneficio más evidente, pero sus implicaciones van más allá. Generalmente, a donde llegan estas empresas llegan las carreteras, el mejor mantenimiento de caminos, que obviamente beneficia a la industria pero también a la comunidad: con mejores carreteras las mercancías llegan más rápido, los vehículos se deprecian menos y los empresarios vecinos de las empresas también obtienen beneficios, aunque no sean de manera directa. ¿Qué tal los negocios que los mismos comunitarios arrancan basados en la dinámica económica de los mismos empleados? Más tiendas, más restaurantes, comedores y otros negocios que se benefician también y que obtienen productos debido a la infraestructura.

3) Otros aportes sociales: esto ya depende del tipo de industria y sus compromisos legales o "morales". Es sabido de las condiciones de las escuelas del Azúcar, por ejemplo, aunque las diferentes industrias pueden llegar a aportar muchísimo a la sociedad a través de donaciones a salud, escuelas, eventos culturales y demás. Y necesitamos cultura, sin lugar a dudas.

4) Impuestos y regalías: dejo este rubro de último porque es el más "políticamente correcto" y utilizad. Y en realidad, sus beneficios son demasiado obvios. Pagos de impuestos directos al Gobierno y a las municipalidades. Regalías compartidas, a veces con dueños de las tierras y acabando con la falacia de "saqueo" que manejan algunos.

Digo, ¿Esto lo leen en los medios cuando les hablan de transnacionales e industria? Hablamos de la gente, gente trabajadora y beneficiada por estas iniciativas. ¿Nos oponemos o mejor apoyamos este modelo de desarrollo?

Por Güicho G.

martes, 28 de octubre de 2014

Los recursos que tenemos

Queremos salir adelantes, que haya más empleos, que se genere más riqueza. ¿Cómo lo vamos a lograr? Considero que casi nadie quiere que la realidad de Guatemala se prolongue más y que por fin podamos tener una vida digna, sin delincuencia, sin extorsiones y sin una gran parte de la población viviendo en pobreza. Y lo dejo en una noción, porque parece que la gran ausente es la voluntad en el corazón de algunos y en la agenda ideológica de otros. Pareciera que hoy es más difícil que un activista dialogue con un empresario que, digamos, el Gobierno sea honrado. ¿Cómo vamos a avanzar si nuestros actores políticos tienen deudas y favores qué retribuir y nuestros actores "ciudadanos" manejan una agenda que es más importante que el país?

Tenemos agua en abundancia, como para realizar pequeños proyectos hidroeléctricos que garanticen no solo el acceso a la electricidad como un derecho verdadero, sino que estamos además sobre diagnosticados y sabemos que podríamos tener plantas de energía eólica tanto en Huehuetenango como en el departamento de Guatemala, que podrían compensar las fluctuaciones en los caudales. ¿Nos atrevemos a hacerlo? ¿Vamos a dejar que otras empresas vengan a llevar a cabo estos proyectos o los vamos a extorsionar y vamos a quemarles las instalaciones y acusarlos con premisas cortas y mal fundamentadas? ¿Podemos aprovechar la energía bunker? ¿Podemos hacer que el país no sea dependiente del petróleo?

Me pregunto por qué estas indagaciones no se plantean nunca en el debate social. No entendemos que si la actitud de los supuestos líderes y de los activistas de oponerse a todo (aún antes de que se plantee) solo nos esta dejando con más pobreza, más hambre y desigualdad. Ustedes no ven a los activistas a pie ni tomando una camioneta. Yo, con estos mismos ojos, los he visto en restaurantes caros de la zona 10 y 14 discutiendo su "agenda" y no les ven el más mínimo interés de predicar con el ejemplo. ¿En manos de ellos tenemos el futuro de nuestra nación? ¿Ellos se responsabilizarán por los empleos que día con día se pierden? No, obvio, llevan décadas responsabilizando al Gobierno, que ha hecho mal su labor, no ha hallado liderazgos ni le interesa promover un verdadero diálogo.

Pero no podemos sentarnos con los brazos cruzados a esperar una salvación celestial. Créanme amigos, para quienes aún creen en el jueguito de los activistas, es bueno que sepan que la divina providencia de Suecia, Noruega y Canadá a través de ONG's es solo una lavadita de cara, estos son los países más beneficiados por actividades mineras en la historia. ¿Ustedes creen que su financiamiento no trae una agenda detrás? Investiguen y se darán cuenta. Yo no me alegro que nuestra gente se esté muriendo de hambre. Yo no apoyo a quienes delinquen justificándose al amparo de "las mayorías". Yo quiero un mejor país y mientras más empresas hayan participando, mejor estaremos.

Por Güicho G.

No Más Parlacén

Inmueble sobrevaluado, sumado a gestión sin resultados: Parlacén
Este es un tema que he mencionado ya en varias ocasiones una columna que quisiera comentar. Solo los párrafos más sustanciales:
en mis otras cuentas. El tema del Parlacén no pasa de ser una discusión ocasional que nunca llega a la agenda de los medios, pues hay siempre temas más "importantes" que tratar. Hoy Byron Barrera Ortiz publicó

 "...la falta de credibilidad se fundamenta en tres puntos, dijo Panamá: 1. La calidad de los personajes que llegan a esta institución. 2. Los productos y resultados obtenidos de su gestión, y 3. Un Parlamento que no legisla".

Cabe aquí la pregunta: ¿Para qué queremos un aparato mantenido por nuestros impuestos que no le aporta nada a nuestro diario vivir? Y si sus roles son tan limitados, ¿Cómo han construido una imagen tan negativa? Es como reprobar kinder, es tan poco y lo hacen mal.

"...se recuerda el silencio del Parlacén cuando se produjo el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya. Este organismo no movió un dedo para tratar de restablecer la institucionalidad democrática en ese país centroamericano".

Uno de los argumentos es que fomenta la integración centroamericana y hasta cierto punto nos fortalece como bloque. Ya ven que no es cierto. Es poco lo que se le encarga y cuando tiene oportunidad, no cumple.

"En 2013 los diputados decidieron incrementarse los gastos de representación en $1 mil a partir de enero de 2013, que se sumaron a los $2 mil 800 que ya recibían. Como hasta donde se sabe el sueldo base de cada uno de los 20 diputados es de $1 mil 200, esto hace un total de $5 mil mensuales, cifra que debe multiplicarse por los 20 diputados de cada país".

¿Qué parámetro tenemos para que "ganen" lo que reciben? ¿Dónde los resultados, dónde el beneficio de un aparato costoso para el país? Casi Q40 mil por no hacer nada, más viáticos, dietas y los gastos de funcionamiento, que incluyen recetarse nuevos edificios e instalaciones a costillas del pueblo. Y luego vamos a los resultados: ¿Costa Rica ha necesitado del Parlacén para mantener su avance económico? Incluso Panamá se retiró, siendo la economía de mayor crecimiento de los últimos 10 años en el Istmo.

Podemos recurrir a los argumentos más fundamentales, con evidencia empírica y demostrar claramente que no necesitamos un Parlamento que no legisla.

lunes, 27 de octubre de 2014

Denunciar: la única garantía

Agregar leyenda
Luego de tanto circo, de tanto tema importante y cómo todo se llega
a politizar, nuestra última defensa y garantía no pasa por la Corte de Constitucionalidad, cuyas funciones deben solo velar por el cumplimiento de la letra muerta, es el rol del ciudadano responsable el poner en cintura, señalar y fiscalizar que todo proceda en el orden adecuado. Solo así podremos hacer una nación firme que confíe en sus instituciones. ¿Parece utópico?

La cultura de denuncia

No hablamos de si el Sistema de Justicia actual es el mejor, o si nuestro sistema de representación no nos representa realmente. Hablamos de hacer sentir a los políticos, a los funcionarios públicos todo el peso de una ciudadanía responsable. El ejemplo es simple: si usted pide algún artículo por internet y está buscando un courier que le traiga el paquete a Guatemala, ¿Busca uno que le garantice el trámite adecuado, con todos los permisos de rigor o busca el que mejor precio le ofrece? Mucha gente limpia su consciencia encogiéndose de hombros, cuando en realidad es imposible que si un trámite normal le sale en Q300 o Q400 usted desconozca que quien se lo ofrece por Q75 no esté evadiendo impuestos, o aprovechando el contrabando o algo por el estilo. ¿Hace usted la denuncia o se vuelve parte del sistema corrupto?

Pasa lo mismo con quienes participan de licitaciones públicas para decidir una mejor opción. ¿Acaso no se sabe que el Gobierno siempre escoge a cuates y amigos para beneficiarlos con obras y no quienes ofrecían más calidad, experiencia o respaldo? Y nadie hace denuncias ni se activa para llamar la atención.

Veamos a nuestro alrededor y entendamos: solo los casos mediáticos, los que han sabido indignar a las personas para reclamar públicamente han trascendido y han llegado hasta el público pasivo que a duras penas se informa. Pero si somos ciudadanos responsables estaríamos luchando día con día  porque todos cumplan o los estaríamos denunciando, públicamente y no de manera política, sino de manera efectiva y real. Las redes sociales nos dan el poder de tomar fotos de manera inmediata, contactar medios de comunicación, que las noticias provengan de los mismos ciudadanos y puedan haber cambios inmediatos.

El poder está en saber nuestras capacidades y hacer que la gente se active. Claro, la denuncia formal en tribunales según sea el caso es imperativa, pero la denuncia ciudadana, los videos, las fotografías, todo sirve para que los políticos, los funcionarios públicos y algunos "amigos" influyentes no nos crean tontos y podamos ponerlos en evidencia.

Eso sería crear ciudadanía y hoy está más al alcance que nunca. Intentémoslo, cambiemos el país aprovechando nuestros recursos. Consultemos qué perfiles o cuentas existen y se dedican a apoyar las denuncias y seamos activos. No dejemos que la vida nos pase de largo sin accionar, sin que luchemos por una mejor Guatemala.

Por Güicho G.

El perfil del empresario siniestro

Continúo mi serie sobre los discursos simplistas que responsabilizan siempre al empresariado de todos los males de esta nuestra bella y pequeña tierra. Y bueno, al tratar de abordar estos prejuicios, es imposible escapar de varios prejuicios instalados en nuestro inconsciente colectivo. Para abordarlos los citaré uno por uno:

"Si triunfa es solo por conectes". Esto aplica a todas las ramas de la vida, pero especialmente a la del empresario. Pareciera que se nos ha enraizado aquella noción proveniente de la Colonia: quien es pobre o pertenece a cierto estrato social no puede ni debe ser bien visto. No se debe cambiar de estrato social, si se logra es por conecte y por favores. Así las cosas, el empresario, en su percepción más burda, es aquel que se ha aprovechado de alguien o algo para escalar. Un grosero error es este. El empresario quien se arriesga, invierte y asume el peligro de perder lo que invirtió debido a diferentes condiciones. Nuestro Estado, por ejemplo, está creado para sabotear a cualquier emergente. ¿No me cree? Vaya e intente poner "legalmente" un comedor. Tendrá que gestionar una patente de comercio, una patente sanitaria, tendrá que colocarse dentro de un régimen tributario el cual le quitará más dinero que el que usted ni siquiera ha ganado. Por ello la mayoría de emprendedores cierran antes de alcanzar los tres años. Y no lo digo yo, pregunte en el INE si acaso le miento.

"El empresario evade impuestos". La excusa que el Gobierno utiliza siempre que quiere hacer alguna dichosa "Reforma Tributaria" que siempre trata de aumentar los porcentajes de los impuestos ya existentes en lugar de simplificar la forma de tributación. Sabemos que cualquier cambio en el tema de impuestos será objetado por muchos actores, son medidas impopulares, por lo que la excusa siempre se dirige a lo más simple: "Como los empresarios no pagan, por eso no nos alcanza". Bueno está eso, si el Estado aplicara todo el peso de la Ley a quienes sabe, reconoce y tiene identificados, otro gallo cantaría, el Gobierno sería más popular y se notaría que está haciendo algo diferente. El problema acá es que solo se lanza al aire para desviar la atención y echarle la culpa a alguien. El dueño de una abarrotería, de una librería, de una venta de electrodomésticos paga IVA al comprar su mercadería, paga impuestos de importación, paga la gasolina del transporte, paga de todo y ese es empresario.

"El empresario paga mal". Este es, sobre todo, el argumento de los "analistas" que tienen una agenda ideológica que les tapa la vista. Vamos, aquí en Guatemala los únicos que ganan bien son los puestos altos del Gobierno y sus amigos financistas. Todos los demás "asalariados" ganamos mal, estamos poco capacitados, no somos eficientes y un gran etcétera. Perdón, se me olvidaba que hay perfiles altos, especialmente en empresas transnacionales que a niveles de gerencia y divisiones sus empleados ganan muy bien. Ellos también son empresarios. Pero la necedad es siempre simplificar demasiado el argumento solo porque es popular.

Y al final, todo analista se convierte en un empresario experto cuando vende sus servicios como "analista", como "columnista" o "politólogo" que defiende una causa, que está contratado para hablar ben de un candidato pero mal de un gremio. Esos abundan hoy y son cada vez más evidentes. Y sí, son empresarios también.

¿Dejamos atrás los prejuicios simplistas y empezamos a proponer? ¿Qué dicen?

Por Güicho G.

martes, 21 de octubre de 2014

Diálogo de iguales

Han notado que recientemente se han utilizado hasta el cansancio estos conceptos: Legitimidad, Legitimización, Legalidad, victimización, desestabilización. Todos, términos que responden a principios equivocados de la convivencia igualitaria en un país: para alguien electo legalmente, viene cualquier opositor, miembro de ONG u organización ciudadana y dice "él no tiene legitimidad para su cargo", y cree que con ello puede cuestionar todo lo que el funcionario electo legalmente dice, declara u ordena en ley. Y no estoy a favor de nuestros políticos de turno, yo mismo me he burlado de sus disposiciones, pero vamos al juego sucio que está saboteando poco a poco nuestra estabilidad.

"Resistencia pacífica" le llaman ahora a cualquier acción que se opone a una disposición legal. Si incluye ataques con armas de fuego, secuestro de autoridades o de extranjeros "porque parecen que vienen a trabajar a una hidroeléctrica" no importa, se proclamarán pacíficos y lo repetirán (especialmente ante medios extranjeros) y ya está, como si nada ahora lo "pacífico" incluye una dosis de intimidación y demostración de fuerza, convocada con base en dinero no declarado ni fiscalizado. Y ya está, lo pacífico "legitimiza" la protesta, la valida y hay que hacer caso pues si no viene otra intimidación "pacífica" como las que ya han practicado en varios lugares del país.

¿Y cuando se elige a alguien que no se desea para un puesto clave? bueno, se cuestiona el sistema ya desgastado y dispuesto por estas mismas organizaciones sociales y protestan hasta que se hace el cambio que deseen. ¿Es esto lo que llamamos nación? ¿Es este el orden y el "gobierno" que deseamos para nuestra patria?

Muy peligroso el juego de legitimar cualquier protesta, de no reconocer la legalidad de la Ley y del imperio de nuestra Constitución. La CC ha caído en el juego y ahora legisla, juzga y rectifica, desatendiendo sus oficios. Lo que no alcanzan a ver los supuestos líderes "victimizados", estos que proclaman a diestra y siniestra su "legitimidad" para ejercer su "resistencia pacífica", es que cuando ellos por fin logren con su berrinche colocar a todos sus puestos clave y someter al sistema, podrá surgir cualquier otro opositor y proclamará los mismos lugares comunes, las mismas verdades a medias para oponerse "legitimamente" a sus disposiciones.

Estos malos guatemaltecos están debilitando y desgastando todas las instituciones. Cuando ellos lleguen al poder, no podrán hacer nada porque ya lo han debilitado por completo. La dejo ahí, solo para analizar y comprender...

Por Güicho Godoy

domingo, 19 de octubre de 2014

Comisiones de postulación

¿Es el mejor sistema o podemor mejorarlo? Foto de Prensa Libre
Bueno, este es un tema engorroso, por lo cual quise tomar un poco de tiempo y analizarlo de la mejor manera posible. Aclaro de entrada que no estoy en contra de quienes piden #CCAnuleProceso pero sí cuestiono las intenciones o la practicidad de semejante petición. Trataré de plantearlo de la manera más sencilla posible, para luego entrar en materia:

¿Qué pasa con las comisiones de postulación? Bueno, tenemos un sistema reglamentado de cómo proceder para elegir a los responsables de impartir Justicia (se supone), existen procesos establecidos, reconocidos legalmente para que se decidan por los jueces de instancia penal, de cortes de apelaciones, y un gran sinnúmero de puestos. De hecho, el sistema es similar a cómo se debe "nombrar" a puestos clave, como al Contralor General o al Fiscal General del Ministerio Público.

En Guatemala siempre hemos pecado de llenar de buenas intenciones nuestras leyes. Y olvidamos, que por mucho que se establezcan procesos con la intención de ser transparentes, se resume a un nivel de subjetividad tal que simplemente no podemos garantizar que todo el proceso haya sido óptimo. Y quiero aclarar, no hablo de si hubo o no corrupción o si la mala intención o el tráfico de influencias fueron lo suficientemente evidentes para afectar los procesos, sino que en instancias finales, no hay reglamentación que establezca de manera objetiva quien debe quedar y quien no. Los reglamentos establecen que las comisiones deben ELEGIR la nómina final, no implican ni las mejores calificaciones ni el mayor prestigio. Igual que con el nombramiento del MP, de la terna "nominada", el Presidente designa y elige a alguien con base en sus intereses y eso no es malo. Es simplemente un proceso.

Ahora bien, en el caos en el que nos pusieron las comisiones de postulación se nos plantea el verdadero desafío de nuestra utopía democrática: ¿Quién es idóneo para elegir tan importantes puestos? ¿Tenemos que poner un ente que controle a quienes eligen? ¿O la raíz del problema radica en que quienes establecen los procedimientos no son más que los mal llamados padres de la Patria, quienes tienen la peor de las representaciones en el país?

Si nuestro sistema partidario no garantiza una verdadera representación (Qué es eso del Listado Nacional, es otra jugarreta para quitarles responsabilidad de darle la cara a sus electores) en el Congreso. No votamos por personas. Si en mi distrito conozco a X candidato y simpatizo por él, resulta que tengo que votar por los 5 candidatos de su partido que están sobre él para que pueda representarme. En pocas palabras, tengo que votar por otros 5 o 6 diputados para sentirme representado por uno.

Quizá nuestro descalabro legal deba ir por cambiarse nuestro sistema de representación y de elección de congresistas. Simplificar el método de elección, permitir la afiliación a partidos políticos pero que al final la gente sepa qué diputado lo representa, de verdad, votar por personas, no por partidos.

¿Les parece que haya una mejor supervisión ciudadana que ese tipo de representación?

Por Güicho Godoy.

viernes, 17 de octubre de 2014

¿Qué tipo de Estado queremos?

Estas preguntas son bastante comunes, así que las coloco sin tanto preámbulo:

¿Le molesta que cerca del 75 % del presupuesto se destine a gastos de funcionamiento y no a ejecución?

¿Le molesta que el 25 % de los fondos del Estado se pierdan en corrupción?

¿Le incomoda que cada año se aumente el presupuesto pese a que los ingresos no aumentan, por lo cual se adquiere cada día más deuda?

Si usted respondió “sí” a dos de las anteriores tres, déjeme decirle que está entre la gran mayoría de la población, que estamos hartos de que hagan piñata con nuestros impuestos. Si a usted le vienen a contar chismes e ideas extrañas de tener un Estado más fuerte, con más recursos, con más empleados para ejecutar más, no se deje engañar. Así que como nuestros intelectualoides pretenden justificar algo insostenible: Si Q25 de cada Q100 se destinan a corrupción y los otros Q75 se quedan en los salarios y costos operativos se quedan en el Estado, eso significa que estamos contratando una empresa de servicios que no nos sirve. No debemos verlo como un barril sin fondo, eso no es cierto. Lo que el Estado actual es, simplemente, es un asesor que nos dice qué hacer, cómo hacerlo, para qué hacerlo, pero nos sale carísima la asesoría y no nos trae ningún beneficio sus sugerencias. Y son sugerencias porque al final las leyes no se aplican, nadie respeta el rol de ente regulador y lo peor es que el Estado no “Gobierna”. Pero además nos endeuda, por cada Q100 que le damos, él pide Q33 prestados que luego no paga y la deuda la asumimos nosotros y nuestros hijos.

Así, sencillo, sin maquillaje, eso es Guatemala actual. Y digo yo, ¿Nos van a convencer que lo que necesitamos es más policías, más “asesores”, más ONGs ejecutoras, más diputados, más Parlacen? No, necesitamos todo lo contrario. Debemos colocar al Gobierno en lo único que debe preocuparle: seguridad, Justicia, Salud y Educación. Todo lo demás, con el dolor de mi corazón se los digo: no tiene por qué meterse a “gobernar” o a imponer. Sí debe, dentro de los márgenes de la Justicia y la Seguridad, regular nuestro comportamiento, hacer que se cumpla la ley y garantizar procesos justos.
No es utopía, es realidad. Donde el Gobierno mete las narices hay mafia, hay delito organizado desde dentro del Estado y hay ineficiencia. ¿No me creen? Un diputado gana Q29,000 mensuales. Y digo “gana”, como chiste, ¿Cuántas veces van al Congreso? ¿Cuántos solo van a levantar la mano solo porque así se lo ordenaron? ¿Cuántos se salen de hemiciclo por “estrategia”? Pero no hay problema, cuando van se les compra comidita (a nuestra cuenta), se les paga la gasolina, les financiamos a sus queridas y asesores, se les da celular, se les paga seguridad en caso de “necesitarlo”. Entonces, ¿Para qué tiene salario si todo se lo preveemos nosotros?

En fin, podemos usar este ejemplo con todos los rangos altos de Legislativo, Ejecutivo y Judicial. ¿Qué beneficios nos traen? Ninguno, son una vergüenza para la población, tanto los circos del Legislativo como los del judicial. Así que finalizo:

¿Necesitamos más Estado, más endeudamiento, o más eficacia y menos recovecos donde fomentar la corrupción? ¿Qué dicen ustedes?


Por Güicho Godoy

La maldad del empresario

Es él el culpable de todo en Guatemala. ¿Verdad que no? 
Es un poco penoso, y hasta cansado tener que estar aclarando ciertos términos y conceptos en pleno
Siglo XXI, pero con nuestros analistas actuales y cómo se maneja el discurso mediático actual, toca hacerle frente, y dejar las cosas claras, como si la caída del Muro de Berlín hubiese sido ayer. No se trata de Izquierda y Derecha, no se trata de malos y buenos sino de lógica y humanidad. Ponerle etiquetas a la gente para sentirte superior de por sí es malo, pero recurrir a falacias para probar puntos ideológicos es aún peor.

Mi punto hoy es desenmascarar el discurso y la carga ideológica detrás de un concepto equivocado: "Ser empresario es malo". Si ustedes, amigos lectores, navegan entre nuestra pretenciosa élite intelectual tuitera, notarán que repiten hasta el cansancio ideas contra el empresariado. Es culpa del "empresario" (cuál, nunca especifican) los grandes problemas de Guatemala. Es culpa del empresario también la falta de fondos del Gobierno, la corrupción, la evasión, la violencia y la inseguridad. Y escudan todo lo que hace el Gobierno, hasta lo justifican, como si no "gobernarán" ellos sino "los empresarios".

Error generalizar, y vaya que lo hacen. Si usted recién almorzó, es casi seguro que salió de su oficina y fue a comprar algo a una tienda, propiedad de un empresario que invirtió, se arriesgó y está ganándose la vida y saliendo adelante gracias al servicio que le está dando a usted. ¿Compró tortillas, compró agua, quizá alguna galleta de postre? Sí, usted acaba de hacer una transacción con un empresario. ¿Que solo es el chiclero de la esquina? Sí, él es un empresario que se gana la vida dignamente y que produce ganancias, invierte, se arriesga y sale adelante.

Con todo y la extorsión que es casi seguro que paga (fruto de un gobierno corrupto que prepara a policías corruptos, irresponsables y poco monitoreados), ese empresario lucha todos los días por salir adelante. Pero los vemos en todos lados, desde la abarrotería hasta la cantina, desde la tienda de libros que frecuentan X y Y supuestos intelectuales hasta las mismas editoriales de libros de ciertos personajes que odian la maquinaria capitalista pero que reciben ingresos de un trabajo en el que invirtieron su capital. Sí, todos ellos son empresarios, son personas dignas porque tomaron el dinero (de un préstamo, de una remesa, de una herencia o de donde fuera) y se arriesgan a invertir sabiendo que en Guatemala el  mismo Estado te extorsiona, sabiendo que te van a hacer todo lo posible porque desistás, por cobrarte de más y ponerte más y más trabas. Aún así, uno como guatemalteco paga niveles muy bajos por los servicios, y aún así, van sacando la ganancia del día a día. Esos son empresarios.

¿Usted le va echar la culpa de todo lo malo que sucede en el país?

¿Le va a creer a los mediocres que por un salario o un supuesto hueso o favor arremeten ideológicamente contra alguien o un grupo? A mí me ofende que insulten a los empresarios. Bien saben que sin ellos no tendrían ni para el almuerzo. Complementaré esta idea en otra entrega.

#EnGuateSíPodemos

Por Güicho Godoy

lunes, 6 de octubre de 2014

#LloroComoBaldetti

Nos dice más de lo que creemos. Fotografía de Soy502
La semana pasada ocurrieron dos peculiares notas, lamentables pero ya comunes en nuestras tropicales calles, pero que no me dio tiempo de construir las ideas que me inquietaban. Una fue#LloroComoMenchú, en burla a la premio Nobel de Guatemala. El otro, un nuevo desliz de la vicepresidenta ahora queriendo pasar por campechana y opinando, según ella, muy simpática sobre la vestimenta indígena que le hicieron portar. Ambos, nos desnudan como sociedad, pero no por las razones que algunos medios ya abordaron. Hablo de la falsa indignación de algunos y de las implicaciones que van mucho más allá de lo que creemos. Espero puedan leer las siguientes apreciaciones:
el famoso HT que se convirtió en Trending Topic

Indignados por la "Menchú", pero no por todo lo demás

Deberíamos hacer un experimento. Es casi seguro que quienes se indignaron y repudiaron el TT de #LloroComoMenchú habrían compartido y celebrado uno igual, cuya única diferencia sería el apellido de la víctima. Qué tal si impulsamos uno que diga #LloroComoBaldetti. ¿Se imaginan? La falsa indignación se convertiría de inmediato en mofa y alegría. ¿Por qué? bueno, porque es la gobernante de turno, por mujer, prieta y guatemalteca que sea. Aquí la dignidad de los pueblos indígenas, de las clases "humildes", de la igualdad, equidad y derecho a oportunidades no existe. Si no me creen los invito a que vayan y vean a los usuarios que alegaron con el primer HT, y verán que ellos mismos comparten MEMEs en contra de la vice. No niego que la gran mayoría no se los tenga bien ganados, ni siquiera defiendo a Baldetti en casi ninguna de sus declaraciones, pero, no caigamos en el jueguito de reproducir nuestro sistema paternalista y proteccionista.

No hay nada más discriminador que las frases con las palabras "pobrecitos, ellos no tienen derechos" o los "pobres, como no son capaces de defenderse, yo los voy a defender". Ya basta con eso. No solo hablo de los indígenas, sino de todas las minorías (?) que existen en Guatemala. No seamos hipócritas, superemos la falsa censura de lo políticamente incorrecto y hablemos parejo, sin anteponer el color de piel o la vestimenta para hablar.

Hablando de vestimentas...

Roxana Baldetti vuelve a ser titular de portadas, pero por opiniones con desatinos. Ahora trató de hacerse la graciosa vestida de indígena y opinando que "luego conseguiría un su novio". Por la misma vía, miles de indignados por sus comentarios tan fuera de lugar. Tratando de hacerse popular, campechana, cercana, opinando desatinos. Aquí no vale la indignación sino la reflexión: ¿Ha llegado a niveles de indiferencia ante la opinión pública o sigue soltando bombas mediáticas sabiendo que los periodistas se enfocarán en sus declaraciones y no en la labor, el desempeño de las obras y la gestión de Gobierno?

Son preguntas, pues, que buscan reflexionar sobre los verdaderos objetivos y mensajes que van detrás de estos dos sucesos. Guatemala necesita de más crítica y análisis de los sucesos, de más profundidad periodística para analizar lo que sucede. Claro, eso es algo que invito a reflexionar en otro lugar.

Por Güicho G.

miércoles, 1 de octubre de 2014

¿Cómo abordar la guerra?

Manipulación mediática de la Justicia Foto: Prensa Libre
El título de esta columna nace de la necesidad de "superar" los hechos ocurridos en la guerra. Pero sé que muchos se sesgarían y pensarían que soy de esos "vendidos clasemedieros alienados de la derecha recalcitrante" que quiere olvidar las atrocidades de la guerra interna, que se supone terminó hace ya casi dos décadas. Sin embargo, no juzgue sin conocer, amable lector, pues no va por ahí la idea de reflexión el día de hoy.

Y hoy, sí, inició el juicio para buscar a un culpable por la masacre de la Embajada de España, ocurrida en 1980 cuando un grupo de guerrilleros tomaron "de manera pacífica" (¿?) dicha embajada para reclamar al Gobierno, bueno, una serie de peticiones. Lo que sigue es lo que hay que esclarecer, pues un bando asegura que los guerrilleros se prendieron fuego con sus mismas bombas de gasolina que llevaban, mientras los otros indican que fue el Gobierno quien le prendió fuego al recinto, matando a la mayoría de los que se encontraban dentro, incluido el padre de la ahora mediática Rigoberta Menchú.

¿Por qué es tan importante este hecho? ¿Por qué debemos preocuparnos o cobra tanta relevancia a nivel mediático? Al igual que el juicio contra Ríos Montt, pareciera que la resolución va más allá de encontrar un culpable sino que busca ganar otra batalla contra los enemigos ideológicos. No tiene sentido, pues, estar haciendo ceremonias mayas, invitando a la prensa extranjera a conferencias de prensa, emitiendo declaraciones sobre un fallo que debe emitir una juez. Y vuelvo a recalcar: no se trata de a quién le creemos nosotros como audiencia, si lo creemos justo o no, pero desde el momento en que ponemos a jugar a los medios, a las "representaciones" de "países amigos" que van y presionan a la juez, que aplauden cuando se emiten fallos, todo eso deja de ser Justicia y se convierte en circo.

¿No sería ideal que la Fundación de la premio Nobel se quedara calladita, acompañando el proceso, sin emitir opiniones, sin que se detecte una presión política sobre el caso? Y lo mismo diría si viniera, digámoslo, el Ejército a presionar también. En Guatemala estamos tan desacostumbrados a respetar procesos, a seguir las reglas y a respetar las resoluciones, que nosotros como ciudadanos caemos en el juego y eso permite, valida y como le llaman ahora "legitima" a los oportunistas en el Gobierno hacer y deshacer con nuestro patrimonio.

Empecemos con la reflexión desde nuestra própia prédica. No nos prestemos al juego ideológico y tratemos de abordar los hechos con la mayor madurez que se pueda. Nuestro país necesita gente que no acuda a un show de circo con una idea preconcebida. Esperemos que este proceso no dañe más el prestigio de nuestro sistema de Justicia. Eso debería de preocuparnos más que cualquier cosa.

Por Güicho Godoy

Energía es más que luz

La energía eléctrica es necesaria para nuestras vidas, para el desarrollo del país y debe de tener una red fuerte para que nos llegue a todo...