lunes, 27 de octubre de 2014

Denunciar: la única garantía

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Luego de tanto circo, de tanto tema importante y cómo todo se llega
a politizar, nuestra última defensa y garantía no pasa por la Corte de Constitucionalidad, cuyas funciones deben solo velar por el cumplimiento de la letra muerta, es el rol del ciudadano responsable el poner en cintura, señalar y fiscalizar que todo proceda en el orden adecuado. Solo así podremos hacer una nación firme que confíe en sus instituciones. ¿Parece utópico?

La cultura de denuncia

No hablamos de si el Sistema de Justicia actual es el mejor, o si nuestro sistema de representación no nos representa realmente. Hablamos de hacer sentir a los políticos, a los funcionarios públicos todo el peso de una ciudadanía responsable. El ejemplo es simple: si usted pide algún artículo por internet y está buscando un courier que le traiga el paquete a Guatemala, ¿Busca uno que le garantice el trámite adecuado, con todos los permisos de rigor o busca el que mejor precio le ofrece? Mucha gente limpia su consciencia encogiéndose de hombros, cuando en realidad es imposible que si un trámite normal le sale en Q300 o Q400 usted desconozca que quien se lo ofrece por Q75 no esté evadiendo impuestos, o aprovechando el contrabando o algo por el estilo. ¿Hace usted la denuncia o se vuelve parte del sistema corrupto?

Pasa lo mismo con quienes participan de licitaciones públicas para decidir una mejor opción. ¿Acaso no se sabe que el Gobierno siempre escoge a cuates y amigos para beneficiarlos con obras y no quienes ofrecían más calidad, experiencia o respaldo? Y nadie hace denuncias ni se activa para llamar la atención.

Veamos a nuestro alrededor y entendamos: solo los casos mediáticos, los que han sabido indignar a las personas para reclamar públicamente han trascendido y han llegado hasta el público pasivo que a duras penas se informa. Pero si somos ciudadanos responsables estaríamos luchando día con día  porque todos cumplan o los estaríamos denunciando, públicamente y no de manera política, sino de manera efectiva y real. Las redes sociales nos dan el poder de tomar fotos de manera inmediata, contactar medios de comunicación, que las noticias provengan de los mismos ciudadanos y puedan haber cambios inmediatos.

El poder está en saber nuestras capacidades y hacer que la gente se active. Claro, la denuncia formal en tribunales según sea el caso es imperativa, pero la denuncia ciudadana, los videos, las fotografías, todo sirve para que los políticos, los funcionarios públicos y algunos "amigos" influyentes no nos crean tontos y podamos ponerlos en evidencia.

Eso sería crear ciudadanía y hoy está más al alcance que nunca. Intentémoslo, cambiemos el país aprovechando nuestros recursos. Consultemos qué perfiles o cuentas existen y se dedican a apoyar las denuncias y seamos activos. No dejemos que la vida nos pase de largo sin accionar, sin que luchemos por una mejor Guatemala.

Por Güicho G.

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