viernes, 17 de octubre de 2014

La maldad del empresario

Es él el culpable de todo en Guatemala. ¿Verdad que no? 
Es un poco penoso, y hasta cansado tener que estar aclarando ciertos términos y conceptos en pleno
Siglo XXI, pero con nuestros analistas actuales y cómo se maneja el discurso mediático actual, toca hacerle frente, y dejar las cosas claras, como si la caída del Muro de Berlín hubiese sido ayer. No se trata de Izquierda y Derecha, no se trata de malos y buenos sino de lógica y humanidad. Ponerle etiquetas a la gente para sentirte superior de por sí es malo, pero recurrir a falacias para probar puntos ideológicos es aún peor.

Mi punto hoy es desenmascarar el discurso y la carga ideológica detrás de un concepto equivocado: "Ser empresario es malo". Si ustedes, amigos lectores, navegan entre nuestra pretenciosa élite intelectual tuitera, notarán que repiten hasta el cansancio ideas contra el empresariado. Es culpa del "empresario" (cuál, nunca especifican) los grandes problemas de Guatemala. Es culpa del empresario también la falta de fondos del Gobierno, la corrupción, la evasión, la violencia y la inseguridad. Y escudan todo lo que hace el Gobierno, hasta lo justifican, como si no "gobernarán" ellos sino "los empresarios".

Error generalizar, y vaya que lo hacen. Si usted recién almorzó, es casi seguro que salió de su oficina y fue a comprar algo a una tienda, propiedad de un empresario que invirtió, se arriesgó y está ganándose la vida y saliendo adelante gracias al servicio que le está dando a usted. ¿Compró tortillas, compró agua, quizá alguna galleta de postre? Sí, usted acaba de hacer una transacción con un empresario. ¿Que solo es el chiclero de la esquina? Sí, él es un empresario que se gana la vida dignamente y que produce ganancias, invierte, se arriesga y sale adelante.

Con todo y la extorsión que es casi seguro que paga (fruto de un gobierno corrupto que prepara a policías corruptos, irresponsables y poco monitoreados), ese empresario lucha todos los días por salir adelante. Pero los vemos en todos lados, desde la abarrotería hasta la cantina, desde la tienda de libros que frecuentan X y Y supuestos intelectuales hasta las mismas editoriales de libros de ciertos personajes que odian la maquinaria capitalista pero que reciben ingresos de un trabajo en el que invirtieron su capital. Sí, todos ellos son empresarios, son personas dignas porque tomaron el dinero (de un préstamo, de una remesa, de una herencia o de donde fuera) y se arriesgan a invertir sabiendo que en Guatemala el  mismo Estado te extorsiona, sabiendo que te van a hacer todo lo posible porque desistás, por cobrarte de más y ponerte más y más trabas. Aún así, uno como guatemalteco paga niveles muy bajos por los servicios, y aún así, van sacando la ganancia del día a día. Esos son empresarios.

¿Usted le va echar la culpa de todo lo malo que sucede en el país?

¿Le va a creer a los mediocres que por un salario o un supuesto hueso o favor arremeten ideológicamente contra alguien o un grupo? A mí me ofende que insulten a los empresarios. Bien saben que sin ellos no tendrían ni para el almuerzo. Complementaré esta idea en otra entrega.

#EnGuateSíPodemos

Por Güicho Godoy

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