Una cualidad que encierra virtudes, valores y una verdadera
vocación de servicio hacia el prójimo. Es algo innato, eso quiere decir que no
se enseña a ser líder, mucho menos se impone. Un verdadero líder atrae con
argumentos válidos y lo más importante, atrae por su honestidad.
Los acontecimientos de las últimas horas han evidenciado la
dirección errónea que ha tomado este concepto que lejos de buscar un bien común
parece prestarse más a la corrupción y al beneficio propio. Prueba de ello es
la captura y acusación en contra de uno de los líderes o dirigentes de uno de
los movimientos de protesta más grandes en el país, acusado de pagar favores
para jueces.
En una situación similar también andan circulando algunos
videos y grabaciones en donde queda más que claro que los movimientos de
protesta son orquestados por personas que no tienen la mínima intención de
ayudar a sus comunidades, les faltan al respeto y solo se valen de estas para sus
propósitos, por muy negros que estos sean, y no lo digo yo, se puede ver que la
honorabilidad no es un requisito para ser parte de este selecto grupo de líderes y lideresas.
La época dorada del liderazgo en Guatemala vino y se fue y
hoy solo quedan muchos que enarbolan las banderas de ideologías pasadas pero
solo son la pantalla para hechos indignos, los personajes más nefastos se
conocen hoy como líderes pero en un sentido negativo, más como jefes de bandas
criminales, los cabecillas de lo malo.
Aun cuando las cosas se pueden ver muy negativas en la
actualidad, lo cierto es que aún se pueden encontrar líderes en nuestro país, estos
viven en las personas solidarias, aquellos que buscan hacer el bien cada día
por el bien de la sociedad.
Los líderes no hablan de pagar o “comprar” voluntades, esto es trabajo de manipuladores quienes
aparentan hacer el bien pero eso ni ellos se lo creen.
Vean este video y saquen sus conclusiones.
Mas que sacar conclusiones del vídeo, es necesario señalar el papel de uds. Guerra sucia. Indígenas criminalizando indígenas. Triste papel.
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