Muchas veces vemos en mercados o ventas informales productos
novedosos, más baratos y que tal vez solo se podrían encontrar en
supermercados. Esto ya no causa sorpresa lo cual es un indicativo que los
compradores guatemaltecos nos hemos acostumbrado a ver y, a veces, comprar
productos de contrabando, algo que no solo es un delito sino pone en riesgo la
salud pues desconocemos el tratamiento de los mismos.
Esta entrada ilegal de productos, carnes, alimentos y animales
vivos se puede dar de modo hormiga, como menudeo pero también a gran escala,
pasando por aduanas y no declararlos como debe ser. De las dos formas, se trata
de un delito pues se evaden los impuestos que por ley le corresponden pagar.
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| Foto: E&N |
El contrabando no solo abarca productos exclusivos, ahora la
variedad incluye productos de la canasta básica como harinas, granos básicos,
enlatados y artículos de limpieza, si lo queremos ver desde el punto de vista
del consumidor abarca todos los niveles sociales del mercado.
Pero también se da un tipo de contrabando que además de
ilegal es un peligro latente para la salud de las personas así como para la
producción nacional, el contrabando de carnes, huevos y animales vivos. Entre estos
el pollo es uno de los productos más codiciados pues algunos comerciantes ven
como una ventaja comprar más barato en zonas fronterizas para luego vender a
precio local o a veces más barato.
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| Foto: Prensa Libre |
Si se trata de carnes como res, cerdo o pollo no sabemos qué
tratamiento ha recibido, si está contaminada o ya con algún grado de
descomposición. En el caso de animales vivos, el riesgo es que alguno o varios
estén enfermos y así pongan en riesgo la producción nacional, así de grave es.
Como consumidores debemos estar conscientes de que el
contrabando no es un beneficio, todo lo contrario es una serie de eventos que
afecta a muchas personas, principalmente a trabajadores que al no tener demanda
los productos de las empresas en donde trabajan pierden sus empleos.
Aun siendo algo difícil de erradicar de los mercados todos
podemos contribuir no comprando, recibiendo o propiciando el comercio de estos
artículos, si actuamos con honestidad seguramente cosas buenas pasarán con
nuestra sociedad.
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