jueves, 31 de julio de 2014

Todos somos desalojados

Fotografía de Siglo 21
¿Puede cualquier evento extraordinario colapsar a la ciudad? ¿Puede que no podamos solucionar los
problemas sin tener que convertirlo en un debate ideológico? Parecen dos preguntas no relacionadas pero en Guatemala, todo tiene que ver. Y las novedades más recientes son un claro ejemplo de cómo NO funcionamos como sociedad. Veamos brevemente:

Resulta que algunas familias de personas "sin hogar", fueron y se instalaron a orillas del Periférico y bueno, el Gobierno decidió que esto estaba mal y fueron e intentaron desalojarlos. Ya llevan dos días intentándolo y para el resto de habitantes, cerca de dos millones de personas que trabajan, viven y viajan a la capital todos los días por TRABAJO han sufrido las consecuencias. Es una mancha más en el tigre, una peca más. ¿Cuántas historias como está? ¿Cuántas veces lo hemos vivido indiferentes?

Pues bien, cómo el Gobierno viene y decide desalojarlos si a su vista tiene la prueba de esta práctica hasta el cansancio. Personas con la razón (muy justificable) de no tener acceso a tierra vienen y se adueñan de un lugar y ahora son todas esas "colonias" alrededor del puente El Incienso. Pero aplica también para todos los alrededores de la ciudad. Por las familias sin acceso y marginados, claro que tienen justificación, pero no nos confundamos, no es lo mismo ni es igual.

Existe una mafia que desde hace años se dedica a organizar a la gente, y llevarlos al terrenos baldío designado. Ahí les cobran una cuota significativa, unos Q400 de entrada más cómodas cuotas para dejarlos estar. Si no pagan, los echan a palos y son verdaderos maleantes. Por estos aprovechados, vividores de conflictos, no tiene ninguna justificación humana.

¿Y qué hacen las autoridades? pues nada, disponen algo, luego piden permiso, luego hacen un show televisivo y por último no quedan bien con nadie. Es ya suficiente con la inoperancia histórica de no afrontar el problema. Nótese que no digo que sea bueno ni malo, considero que se han hecho los locos con el tema, el acceso a tierras y la falta de oportunidades para adquirir terrenos. Esto es cierto, en cierta proporción. También tiene que ver con lo poco que estamos dispuestos como sociedad, para trabajar por algo como una casa. Pero en fin, en este escenario, los afectados también somos los ciudadanos que sí tuvimos la oportunidad de nacer, crecer o ahorrar para comprar una casa.

Mucha tela qué cortar y el Gobierno vuelve a quedarse corto. Un poco de soluciones reales sería una buena sorpresa de vez en cuando. Continuará... al parecer, como el desalojo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Energía es más que luz

La energía eléctrica es necesaria para nuestras vidas, para el desarrollo del país y debe de tener una red fuerte para que nos llegue a todo...