Hoy que es el Día Mundial de los Océanos debemos pensar en el mar no
solo como una opción de veraneo, sino como un ecosistema enorme cuya buena
salud nos atañe a todos.
Los océanos son los mayores ecosistemas del mundo. Por su
localización geográfica, Guatemala es bañada por dos océanos: el Pacífico y el
Atlántico. Gracias a ello, Guatemala cuenta con una extensa biodiversidad
marítima. Sin embargo, como país tenemos poco apego al mar. Es necesario
cambiar esa actitud.
Según el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), en
nuestro país existen 27 hábitats marino-costeros, y su biodiversidad es incluso
mayor que la terrestre. Como parte del Convenio de Diversidad Biológica,
Guatemala incluye dos áreas de conservación conocidas como EBSAS, muy
importantes desde el punto de vista ecológico y biológico. Una de estas áreas
se encuentra localizada en el arrecife Mesoamericano, en la región compartida
por México, Belice, Guatemala y Honduras. La segunda es el Cañón de San José,
en el océano Pacífico. Este cañón área confluyen fenómenos como las corrientes
océanicas y las temperaturas acuáticas, lo que la convierte en un área muy rica
en nutrientes y, por ende, con mayor biodiversidad.
Esto convierte al cañón en un popular destino de pesca
deportiva de pez vela y marlín, actividad que atrae a muchos turistas
extranjeros. El turismo de observación de ballenas es otra actividad que está
empezando a cobrar auge en nuestro país, aunque es necesario establecer
reglamentos para evitar accidentes y proteger a los animales marinos.
El programa del PNUD
Impulsado por Naciones Unidas, el proyecto Conservación y
Uso Sostenible de la Biodiversidad en Áreas Protegidas Marino-Costeras tiene
como objetivo promover la conservación y el uso sostenible, a largo plazo, de
la biodiversidad marino-costera, por medio del manejo efectivo y equitativo de
las áreas protegidas. Aparte de la gestión interinstitucional, pretende
informar y crear conciencia en la población para contribuir a la conservación
global y al progreso económico de las comunidades de dichas áreas.
El proyecto incluye el fortalecimiento de marcos legales,
actualización de leyes y reglamentos, revisión del tarifario de las áreas de
reserva, activar el Reglamento de Cetáceos, actualizar la Ley de la Oficina de
Control de áreas de Reserva del Estado y mejorar la estrategia de conservación
de las tortugas marinas.
Además de ello, se busca fortalecer a las instituciones
encargadas de la conservación con equipo y capacitaciones, promover una gestión
efectiva y fortalecer la interacción institucional en busca de un bien común:
la conservación y sostenibilidad de las áreas protegidas. Es un plan de largo
plazo que, si se realiza de manera adecuada, ayudará a conservar la
biodiversidad marina de nuestro país.
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