viernes, 29 de agosto de 2014

La violencia como demanda de derecho

Instalaciones quemadas, secuestros. Fotografía de Prensa Libre
Imagínese que a usted lo contrataron en una empresa, que por fin tiene la posibilidad de ganar un salario estable y competitivo para mantener a su familia. En Guatemala eso no es frecuente, ni es cosa de todos los días. Eso es como lo de Jesús y que los ángeles hacen fiesta por cada pecador convertido. El bienestar de uno solo de los guatemaltecos es de celebrar. Pero imagine que a las pocas semanas (incluso antes de que reciba su primer cheque) viene alguien, ingresa a su oficina, lo golpea y lo retiene como rehén. La justificación es que esta persona siente que la empresa le debe algo a él y que va a quemar la oficina, lo va a secuestrar a usted hasta que la empresa le dé un cheque. ¿Qué pensará y sentirá usted? ¿Recordará a su familia, cómo se angustiarán por usted? No me caben las palabras para imaginar ese verdadero terror. Alguien tiene problema con una empresa y usted, que solo busca trabajar y "ganarse la vida" resulta con el peligro de perderla. Bueno, el problema está en que no es una fábula ni un supuesto. Eso pasa en Guatemala, y lo más triste, ocurre todas las semanas.

¿Se enteró del caso de Santa Eulalia? Secuestraron a trabajadores de una hidroeléctrica, luego de retenerlos y golpearlos los liberaron para volverlos a atrapar y secuestrarlos mientras atacaban otras oficinas. ¿Justifica usted estos actos? ¿Es permitido solo porque los agresores son indígenas marginados por 500 años de explotación? ¿La violencia tiene una justificación de semejante proporción?

Bueno, se enteró del caso en Alta Verapaz, en otra hidroeléctrica. De nuevo violencia, de nuevo los famosos "analistas" justificando un lado y condenando al otro. Y la conclusión, violencia y más violencia.

Ahora bien, ayer trascendió lo de la comunidad judía, que fue expulsada de San Juan La Laguna por líderes de la comunidad. Hoy los judíos se van, bajo amenazas y de nuevo las mismas justificaciones. Pareciera que el plan es crear una nueva inquisición, ahora dirigida por los líderes indígenas en contra de todo lo que no sea "indígena". No hablo de apariencias, sino del discurso subyacente en todos los casos anteriores.

Es un común denominador. No sé si notaron pero estas mismas acciones las vimos el año pasado contra algunas empresas mineras, como Marlin en San Marcos y Huehuetenango, La Puya en San José del Golfo (y es vista como la resistencia cool), Minera San Rafael en Santa Rosa (que derivó en un Estado de Sitio) y contra la mina de Níquel en Izabal. Ante todo esto, el Gobierno ha sido inoperante para provocar un diálogo verdadero, no digamos para someter esta resistencia violenta. No son los medios ni las justificaciones alcanzan. Es ahí donde nosotros como población debemos condenar estos hechos, no callar por falsa tolerancia. Debemos ser ciudadanos responsables que exijamos la correcta aplicación de la ley. Nada justifica el secuestro ni los linchamientos. Nada. Si no me cree, póngase en los zapatos del secuestrado, de su familia y dígame si acaso ese no es verdadero terror.

Por Güicho Godoy


jueves, 28 de agosto de 2014

¡No nos dejemos engañar!

En los tiempos actuales, mucha gente se preocupa por las noticias, es usual que nos envíen cadenas por Facebook e inclusive por Twitter pidiendo hacer algo, compartir, darle "like" o cualquier cosa solo para evitar algo o aportar a alguna causa. Y aunque muchos lo toman a chiste y a la gran mayoría nos molesta esta invasión del espacio personal, son muy pocos los que van a la fuente original de la información e indagan, cuestionan y llegan al fondo del asunto.

Esta entrada será breve. Solo quiero expresar mi preocupación por la falta de energía que tenemos para cuestionarnos lo que leemos diariamente, sobre todo en redes sociales. Se está volviendo tendencia que los medios de noticias digitales, en su desesperación por contar una historia "novedosa" simplemente agarran cualquier cosa en línea que sea tendencia y hacen un artículo superfluo. Y el problema radica en que luego comparten esa nota como "información", que en la mayoría de ocasiones aporta cero a nada en las preocupaciones diarias.

Este espacio de Rumbo Positivo busca servir como medio de indagación, mi catarsis personal y de contrastar opiniones y formatos de noticias. Muchas veces he discutido con gente porque cuestiono lo que su medio o su nota quiso dar a entender. Muchos se ofenden, otros platican, otros se explican. El punto es que mis intervenciones van con el objetivo de que indaguemos, desconfiemos y lleguemos al fondo para que las "noticias" sean en realidad algo de sustancia para nosotros.

Hoy cualquiera es periodista, hoy cualquiera escribe y publica lo que piensa, quizá sin rigurosidad técnica de la profesión. Pues bien, yo aquí cuestiono, planteo interrogantes, no pretendo dar todas las respuestas pero sí que despertemos la curiosidad y no nos dejemos engañar. Siempre es bueno agradecer su lectura fiel. En poco tiempo he notado el incremento en las visitas a mi blog.

Sigamos construyendo para Guatemala un espacio de debate y diálogo.

miércoles, 27 de agosto de 2014

¿Estamos preocupados por el ambiente?

Una imagen que me compartieron la semana anterior me dejó pensando y reflexionando mucho sobre nuestro falso activismo y cómo ha proliferado el negocio de ser "activista" a sueldo. Y antes de que varios empiecen a llamarme de cualquier forma, quiero extenderme y plantear ciertas interrogantes que lastimosamente, muchos involucrados no querrán contestar. Pero vamos, entremos en materia.
Una imagen no pensada para Guatemala pero aplica muy bien

"Defendemos el agua y los recursos del país"

Entiendo que el discurso popular y lo que han tendido en llamar "asustar con el petate del muerto" es lo que les ayuda a generar impacto y morbo. Me llama muchísimo la atención, una organización gestiona fondos y destina decenas de miles de quetzales para hacer una campaña en la que amenazan "Empresas mineras, los ojos del mundo están puestos en ustedes". Literal, decenas de miles de quetzales en mupis y anuncios de camionetas. ¿Qué beneficio trae una campaña así a la población? No están informando, no están apelando al discurso, de hecho, están amenazando. Y ese no es el punto, lo interesante es que esos recursos bien utilizados hubiesen servido mucho más para capacitar a una comunidad sobre manejo de desechos, para acompañar a las municipalidades cercanas a proyectos industriales y asesorarlos sobre protocolos y demás procedimientos para tratamiento de aguas o administración de basura. ¿Es acaso esto defender el agua? ¿No es más importante frenar y educar para evitar la contaminación con o sin industria extranjera en el lugar? Esto lleva a pensar que el interés NO está en proteger el ambiente sino en bloquear ciertos negocios e industrias. La pregunta es ¿Por qué?

"Velamos por la protección del medio ambiente"

¿Es en serio? Mandar a imprimir anuncios en la parte de atrás de una camioneta no es precisamente proteger recursos. ¿Ha visto, se ha enterado o algún medio "alternativo" le informó sobre alguna actividad en el lago de Amatitlán, de Atitlán, laguna de Ayarza, Petén Itzá para evitar la contaminación? ¿Se ha enterado de alguna propuesta en concreto que estas organizaciones hayan presentado para implementar plantas de tratamiento o planes para mejor manejo de los recursos junto a las municipalidades? Vamos, que siquiera hubiesen hecho alguna campaña de sostenibilidad para educar a cierto grupo, a que los niños aprendan que los recursos hay que cuidarlos. No digo que no hayan instituciones trabajando por el ambiente, pero es evidente que hay una industria detrás de bloquear otras industrias.

"La gente no quiere los megaproyectos"

Cuando se usan argumentos como "el pueblo quiere..." se acaba con la seriedad y empiezan a sonar como Payazón, en serio. No podemos esconder y abrigar deseos e intenciones detrás de algo tan amorfo como "el pueblo". La gente quiere energía eléctrica barata, sin cortes en cualquier lugar del país. La gente quiere empleos, quiere tener ingresos que no dependan del clima o de la sequía y demás. La gente quiere trabajar en paz y que no los molesten. Y nada de eso pelea con las industrias o con lo que han dado por llamar conflictividad. Es evidente que detrás hay un interés que trasciende la protección del agua o de la tierra. Digo, el caso de Minera San Rafael, que según una publicación hizo socios minoritarios a las personas que vendieron sus tierras es icónico y plantea una interrogante mayor a estas organizaciones: ¿Habría conflicto si este es el modo de operar de las empresas mineras? ¿Las comunidades se organizarían en contra sabiendo que van a recibir réditos muy por encima de los que establece la ley? Curioso, sobre esto, ninguno de estos analistas dice nada. ¿O será que las famosas "donaciones" son aún más jugosas que esta forma de hacer negocios? Si esta respuesta es afirmativa, hay muchísimo de qué estar preocupados. Ya hablamos de una mafia, no de una ONG.

Así que, para este día planteo esta interrogante esperando que ustedes puedan reflexionar sobre las posibles respuestas. Pongo el tema sobre la mesa y espero debatir. Lo fundamental aquí es no dejarse engañar y evitar lo más posible la confrontación.

jueves, 21 de agosto de 2014

Una sola identidad... colectiva

Identidad es conocer nuestras diferencias y no dejar que predominen
Yo cada vez escucho y leo con más preocupación frases bonitas pero que carecen de sentido y nos hacen muchísimo daño, de manera subliminal, cadenciosa, como el cáncer, que te mata silenciosamente. Y no hablo de retórica, es en realidad lo que leemos con mayor frecuencia, lo que vivimos en una falsa noción de "identidad". Hoy vemos cómo supuestos intelectuales y algunos "analistas" atacan todo lo que tenga que ver con el "status quo" del guatemalteco, se esfuerzan por desmitificar una débil noción de identidad colectiva y mueren porque se "instituya" la identidad del vencido, del sometido, del excluido.

Ya me he referido a alguno de estos temas, cuando nos referimos a minorías y grupos no representados en el país, pero esto trasciende toda esa noción. Resulta que ser un joven, guatemalteco de la capital y Dios guarde tener apellido español, eso es pecado. Resulta que actualmente las minorías oprimidas son niños, mujeres, ancianos, indígenas y podemos seguir colocando subgrupos alineados con la noción "hipster", de que todo lo "no tradicional" es victimizado. Y al final, el problema realmente radica en golpear nuestra identidad como colectivo.

No sé si me estoy complicando en ir al punto. Sé que muchos solo van a leer prejuicios y no entenderán a lo que me refiero. Ya va siendo hora de dejar de alegar por moda, de sumarse a causas de "necesitados" solo porque un par de celebridades así lo hacen, de dejar de criticar todo lo que hasta hoy nos ha mantenido unidos por el juego al que nos ponen a jugar. El día en el que dejemos de ver colores de piel, apellidos, lugares de origen, universidades y todos esos prejuicios, entonces seremos nación, seremos patria. Pero por el momento, resulta que lo "correcto", que lo "inn", que lo "cool" es despotricar contra todo lo establecido en busca de una identidad, en realidad de pequeñas naciones divididas por ambiciones tontas.

En menos de un mes las redes sociales estarán plagadas de comentarios socarrones, de indirectas y sarcasmos burlándose de nuestra débil nación. Ya lo verán, cómo estos intelectuales atacarán la identidad del guatemalteco, querrán verse inteligentes criticando nuestra precaria independencia.

Y claro que me preocupa, pues todas esas pretensiones no buscan fortalecernos como sociedad, sino dividirnos. Lo aludí el otro día en una columna, que ya se trataba solo argumentar desde el origen étnico, social o estatus. Y yo les pregunto: ¿Tenemos que agachar la cabeza, tenemos que pelearnos entre hermanos en lugar de buscar qué nos une, nos iguala y construir sobre esas bases nuestra nación? Nuestra nación colectiva, ecléctica e incluyente, pero una sola nación guatemalteca de verdad.

Yo creo que sí podemos. Estos "analistas" ignórenlos, no les den poder. Analicen lo que dicen, léanlos pero no hagan lo que ellos aconsejan. Busquemos la unidad y la paz de verdad, que solo comienzan en la tolerancia. #EnGuateSíPodemos

miércoles, 20 de agosto de 2014

La "Verdadera Paz"

¿Qué nos lleva a ser tan conflictivos con todo lo que pasa?
Pensar que una de las tierras más bellas de Guatemala pasó de ser "El lugar de la guerra" a convertirse, casi que por decreto en la "verdadera paz", la Verapaz. Hoy por hoy, seguimos viendo una serie de conflictos en esta hermosa región, de gente trabajadora y humilde y de grandes enfrentamientos con la autoridad amparados en cuestiones de "legitimidad", como les ha dado por decir a los analistas. Cuesta contrastar que maravillas naturales como Semuc Champey, las cuevas de Candelaria, del Rey Marcos o la preciosa Laguna de Lachuá estén rodeados de muertes y conflictos. No, no vamos a hablar aquí de romanticismo barato, sino a tratar de poner en contexto lo que pasa allá y que pocos se atreven a profundizar.

"El conflicto es por el agua"

Este es el primer argumento y el más simplista que se ha hecho. Sin embargo, Alta Verapaz es una de las regiones con los recursos óptimos para aprovecharlos con este tipo de energía. De hecho, pocos analistas se oponen directamente a la idea o noción de la hidroeléctrica, pues estamos como país en la capacidad de abastecer el 100% del territorio nacional e incluso vender energía al sur de México y a Centroamérica. Esto no solo es una oportunidad, sino una obligación para darle una vida digna a toda nuestra población. La electricidad ya no es un lujo y en eso todos estamos de acuerdo. Actualmente, los proyectos hidroeléctricos aprobados en el país son de menor envergadura, no requiere de desvío en el cause de los ríos y no contaminan. Sabemos que el conflicto no es por esto, no hay que dejarse engañar.

"El conflicto es racial"

Aquí les comparto la noticia sobre los incidentes que originaron esta entrada y en este enlace encontrarán declaraciones del Observatorio Indígena. De nuevo, una organización que está lucrando con la apariencia, atribuyendo a una causa racial el conflicto en el lugar. Lo interesante de todos estos hecho (lamentables, en todo caso) es que ya son repetidos los casos: ya hubo ataque contra el dueño de un hotel en el área, hay robo de energía eléctrica de parte de ciertos líderes y para concluir, ahora el tema de la hidroeléctrica ha destapado el caso. Como respuesta, la población mantuvo como rehenes a varios policías.

Como en casos similares, por enfrentamientos con mineras o megaproyectos, la población y sus
líderes presentan una gran organización y logística para actuar. Ahora bien, aunque no hemos llegado al fondo del problema, retener a policías, extorsionar a la población, obligarla a desconectarse del cableado eléctrico y venderles energía robada, esto no es justificable bajo ningún punto de vista. Y menos aún atribuyéndole al caso tintes ideologizados como que es por racismo que se está capturando a estos líderes.

"Es un conflicto de tierras"

Este fue el último argumento que leí sobre la problemática. Varios "activistas" le atribuyen al ejército la responsabilidad de los conflictos en el área por haber "desplazado" a la población y haberles quitado "sus tierras" hace 30 o 40 años. Si bien es cierto que ocurrieron estos casos, yo no veo cómo yo vaya a incendiar la casa de alguien porque esa en algún momento perteneció a mi abuelo. Yo no lo puedo hacer, y no me puedo justificar en cualquier otra excusa para hacerlo. Pedimos respeto en nombre del género, de la raza, de las condición social, pero no podemos pasar sobre las leyes, menos extorsionar y aún secuestrar. Así que el conflicto de tierras, aunque sí tenga cierta incidencia, no justifica lo que está sucediendo.

Este pequeño análisis lo construyo para tratar de ordenar lo que está sucediendo. Pocos realmente ponen atención a estos hechos, pero es preocupante que esto esté sucediendo en nuestro país. Hablamos de una de las tierras más ricas y productivas del país, donde se podría hacer tanto, generar muchos ingresos y mejorar las condiciones de vida si se siguen los procesos adecuados. Es gran responsabilidad del Gobierno no ser un mediador al momento de problemas, sino un ente regulador activo antes y durante el proceso de estos proyectos.

Sigamos atentos estos sucesos. No nos dejemos engañar. Analicemos y conozcamos más sobre el tema.

Por Güicho Godoy

lunes, 18 de agosto de 2014

¿Contra qué estamos?

Este parece la razón de la aprobación: préstamos de 550 millones.
En los últimos días hemos visto cómo ha proliferado el tema de la llamada “Ley Monsanto” que no es más que una ley para regular la utilización de semillas modificadas y registrarlas de manera legal. El texto de la ley lo pueden encontrar aquí y darse cuenta que es un merequetengue intencional de nuestros diputados para que sea impreciso qué fue lo que realmente aprobaron y a qué se supone que está protegiendo. En líneas generales, hay mucha tela qué cortar y debemos seguir atentos cómo evoluciona el tema. Sin embargo, muchos de nuestros típicos activistas opositores (tristemente acompañados en esta ocasión de alguna que otra “celebridad” nacional) han comenzado a asustar con el petate del muerto, para generar antipatía contra transnacionales. Hoy analizaremos el discurso de este miedo infundado:


1) La ley Monsanto violenta contra los derechos de los pueblos originarios.

Bueno, ni tanto. Según se entiende de dicha ley, solo las especies genéticas “nuevas” podrán reclamar el derecho de “obtentor” y debe demostrar fehacientemente que no existía antes. Bajo esa premisa, la sabiduría ancestral de “sus cultivos” y “sus formas de sembrar” no se ven violentadas bajo ningún aspecto. De hecho, si el conocimiento ancestral y las comunidades están bien organizadas, es imposible que “se les prohíba” sembrar lo que quieran. Ahora bien, existe el temor de que se comiencen a utilizar semillas hechas por Monsanto y que entonces sí tengan que pagar, una vez sea reclamado el derecho de obtentor que el gigante de los transgénicos promueve. Veo una contradicción severa aquí, empecemos que ni siquiera existe un ente regulador, no digamos que las comunidades ancestrales bien asesoradas y financiadas puedan demostrar y adueñarse del derecho de sus semillas. De ahí en adelante son puros supuestos.
 
2) Monsanto crea transgénicos, por lo mismo atenta contra la vida.

Este es uno de los puntos más siniestros o como suelen llamar “asustar con el petate del muerto”. Recomiendo que vayan y lean la revista National Geographic, sus ediciones de julio y agosto y continuará durante seis meses más hablando sobre “El Futuro de la Comida”, en las que explican que para 2050 habrá 2 mil millones de bocas más qué alimentar en todo el mundo. Las semillas mejoradas, que son más resistentes a las plagas y cuesta menos cultivar (en su explicación más mínima) es el único futuro que se tiene para poder alimentar a todo el mundo. Las prácticas ancestrales, aunque románticas y hasta el momento fundamentales para los “pueblos originarios”, no serán suficientes para sostener al mundo. NatGeo de hecho es una organización que apoya mucho a los mismos pueblos y no se trata de una maquinaría “del imperio”. En estos reportajes han hablado de África y Sudamérica, pero vemos casos similares a Guatemala y a la coyuntura actual. La pregunta es: ¿sabemos lo suficiente, tenemos suficientes pruebas contra Monsanto y en general contra cualquier productor de semillas mejoradas para concluir que son siniestros intentos para convertirnos en mutantes con miles de enfermedades? ¿O solo somos parte de una maquinaria anticapitalista que se opone por el simple hecho de oponerse?

 3) “Juntemos firmas, no más transgénicos”.

Será que entendemos la ley en toda su dimensión. Y otra pregunta más: ¿Este Estado de Guatemala que no puede ni controlar que se respeten las leyes fundamentales a la vida, ni capturar delincuentes plenamente identificados ni mucho menos solucionar temas tan básicos como la salud y la educación, está en la capacidad de ya no dejar “los campesinos siembren en sus propias tierras con total libertad”? Más aún: el Ministerio de Agricultura, que sería el ente encargado de esta regulación ni siquiera tiene una unidad dedicada a analizar estas semillas, por lo mismo, hablamos de una ley muerta, inaplicable con suficientes recovecos dónde frenarla o dónde simplemente no ejecutarla.

Sabemos que no es una inocentada, sabemos que los diputados no aprueban una ley sin ningún interés de por medio, así que hubo algo debajo de la mesa. Sin duda. Pero lo que se deduce de la ley es el interés en cumplir con los requisitos del TLC con Estados Unidos y conseguir una aprobación burda de Q550,000 en préstamos para la “ejecución” de esta ley. Más va por ahí la cosa y es vergonzoso y triste, que nuestros diputados sean así.


Ahora bien, estas pequeñas explicaciones no buscan demeritar el debate sobre una ley, su análisis y ejecución, pero sí me interesa que la gente no se deje engañar también por la desinformación. Hablan de dignidad, de tradición, de irrespeto a los derechos fundamentales de los indígenas. Con su perdón, pero el debate debe ir más lejos, muchísimo más lejos que estos argumentos que aunque importante, no son nada. Lo importante aquí es: ¿El Estado está en capacidad de brindar lo mínimo y fundamental como la Seguridad, la Salud y la Vida? ¿Es más importante este tipo de leyes que legislar para reducir la corrupción y la burocracia estatal? ¿Nuestros esfuerzos no serían más útiles al reducir la deuda en lugar de adquirirla? Debatamos, pero no nos engañemos ni nos prestemos al juego de algunos desestabilizadores.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Dejemos las ideologías atrás

Así como Álvaro Velásquez pierde su tiempo cada semana tratando de maquillar la ideología de Izquierda y atribuir todo lo negativo a la "Derecha", y así como otros también se empeñan en hablar de Ayau y su gran visión, yo digo: ¿No va siendo hora de que esos puntos de partida los dejemos para el final? ¿No sería mejor dejar el caballito de batalla y comenzar a tender puentes que nos permitan salir del relajo en el que nos metimos por voluntad propia?

Quiero decir, resumamos los puntos en común que tenemos todos los ciudadanos preocupados por el país, pongámoslos sobre la mesa y partamos de ahí en adelante. Hago un resumen de estos puntos en común:


  • No queremos que nos endeuden más. El presupuesto está planteado para generar deuda y debería estar enfocado en balancear nuestras finanzas para que nuestros hijos no tengan que pagarlo luego. En eso todos estamos de acuerdo. 
  • No queremos que los funcionarios hagan y deshagan a conveniencia. Son servidores públicos y por lo mismo tienen un mandato del pueblo. ¿Cómo podemos coaccionarlos para que de verdad nos representen?
  • Queremos que los salarios de los funcionarios estén en sintonía con nuestra realidad. Si el salario mínimo está cerca de los Q3,000 cómo tenemos diputados ganando 10 veces eso y todavía facturando a nombre del Estado. ¿Cómo van a haber ministros ganando lo que 20 familias sueñan con recibir, y peor aún, con comisiones y demás negocios bajo la mesa? 
  • No queremos unas "metas de recaudación", queremos cuentas claras dentro de la SAT, que todos paguen lo justo. Pero que todos aporten lo que deben. Incluido el Gobierno. 
  • No queremos más privilegios de impunidad. La igualdad ante la ley implica que no existan antejuicios, como todo ciudadano, el funcionario debe responder ante la ley y punto. NO MÁS ANTEJUICIOS.
  • Tampoco queremos más instituciones inoperantes mantenidas por nuestros impuestos. El Parlacén, por mencionar el más obvio, fue creado simplemente como protección para el presidente después de que deje el cargo. ¿Cuánto nos cuesta a los guatemaltecos y qué "beneficios" nos trae?  
Ahora bien, lo mencionado arriba poco tiene que ver con ideología, es más sentido común e indignación verdadera. No hablo si tal o cual camino es más adecuado, simplemente digo que estos son los puntos en común desde donde podemos identificarnos sin importar la trinchera a la que pertenecemos. Si partimos de aquí, se pueden comenzar a construir propuestas serias, de peso y que compartamos con la verdadera MAYORÍA de la población y así obligar a los funcionarios a acatar el mandato que les delegamos y que les damos permiso de ejercer. 

Muchas veces la gente pelea conmigo y hasta me insulta por mi "forma de pensar". Yo siempre trato de ver qué tenemos en común antes para construir a partir de ahí. ¿Usted está de acuerdo conmigo? ¿Cree que este es un primer paso para construir una verdadera visión de país? 

martes, 12 de agosto de 2014

Propuesta de Gobierno

Hemos llegado a niveles, en donde ya no se puede razonar con el político, en donde ninguna de las alternativas de "candidatos" nos deja algo qué esperar. Sabemos que los diputados no moverán un solo dedo en una ley si esta no les trae beneficios económicos o de votos condicionados. Sabemos que los ministros no harán nada que ponga en entredicho el apoyo de ciertos grupos o con tal de no "desprestigiarse" y lo perverso de todo esto es que la ciudadanía asiste a este juego como partícipes activos a todo esto.

¿Cuántas veces ha oído sobre el tráfico de influencias, sobre familiares que han "salido adelante" o "salido del hoyo" luego de que algún funcionario los jaló o crearon un negocio a través de un intermediario dentro del Estado? Muchas veces repudiamos solo al político pero no al ciudadano que participa de semejantes negocios y que son socios y cómplices. ¿Sabía usted que en casi todos los niveles del gobierno se cobra casi el 30 % del valor de cualquier obra en comisiones para quien haya conseguido el negocio? ¿Que todos los precios son inflados, falsos y sobrevalorados para que gastar más de lo necesario en cada pequeño proyecto?

Bueno, resulta que esto no es solo culpa del Gobierno, es culpa de nosotros como sociedad, que a cada negocio le encontramos una ventaja como tal, tenemos tan poca dignidad o estamos tan deseosos de que ese sea el banderazo de salida. Ya lo decía yo en otra ocasión, fantoches como Baldizón o prodigios del habla como Serrano no son más que el reflejo de nuestra sociedad, fueron criados y cultivados en nuestros mismos círculos.

Y bueno, cuál es la propuesta actual que podemos hacer. La coacción ciudadana, la puesta a la venta y cara de nuestro voto. Comencemos a proponer de verdad y sin tapujos qué queremos y vendámoselas cara: Yo voto por aquel que prometa disolver el Parlacén, yo voto por aquel que prometa cambiar la Ley Orgánica del Congreso para que no puedan recetarse salarios a dedo. Yo voto por aquel que se comprometa a bajarse el sueldo a la mitad (o más). Yo voto por aquel que se oponga a subir el presupuesto de la nación y a adquirir más deuda. Seamos claros, dignos y no nos callemos.

Aprovechemos las redes sociales para evidenciarlo, etiquetemos a los políticos de turno, a todos. No nos dejemos vencer. Y verifiquemos esa información. Diputado que vote a favor de la deuda, tachémoslo, y a su partido. Que la dignidad empiece por uno mismo. Eso es comenzar a tomar el rumbo adecuado.

lunes, 11 de agosto de 2014

¿Qué nos deja la muerte?

Cuando morimos nada nos llevamos, nada. No vale si fuimos importantes, si nos rodeamos de comodidades, si aprovechamos el tráfico de influencias, si gozamos de los beneficios de pertenecer al Estado o si vivimos de lo que nos robamos durante años, aunque sea exiliados en lugares como Panamá inventándonos excusas. No, cuando morimos todos vamos a parar al mismo lugar, a un cementerio para ser alimento de gusanos. Lo que queda de nosotros es solo el recuerdo, la imagen, la empatía, el dolor, el aprecio. Eso de que nos extrañen, de verdad, "extrañarnos" es algo que quizá nos permita seguir viviendo, en sus recuerdos, como diría Arjona.

Y hoy, ante tanta muerte mediática, pareciera que hay que reflexionar más aún sobre ello. Debe ser el espejo en el que se midan nuestros políticos mediocres, nuestras autoridades miopes, los "como cuando hay" como diría mi papá, los activistas que trafican con el hambre de mi pueblo. Acaso si no ante la perspectiva de la muerte se arrepienten, de verdad que hemos llegado a niveles de inhumanidad increíbles. No podemos permanecer indiferentes ante el correr del tiempo, ante la balanza de la vida. ¿En qué momento decimos "ya basta" y comencemos a hacer lo adecuado, lo correcto, lo necesario y no lo que me conviene?

Quizá yo sea muy joven para ponerme a reflexionar sobre esto. Quizá los políticos ya estén curtidos de esto también. Pero eso no nos da excusa para dejar de señalarlo. Solo tenemos tiempo en esta vida. Cada asesinato o muerte mediática nos lo recuerda, no nos vayamos por lo romántico, por lo trillado. Abordemos el tema central y pragmático de todo: ¿Qué estamos haciendo para que nuestro recuerdo sea de verdad querido? ¿Qué estamos dejándoles a nuestros hijos, nietos y demás? ¿Estamos aportando a nuestro país, estamos cumpliendo las leyes, haciendo lo adecuado? ¿O solo estamos aprovechándonos de todos y de todo?

Estas inquietudes van dirigidas a nuestras "sin clase" política, pero aplican también a todos los ciudadanos de a pie. Vamos a hacer la diferencia. No nos olvidemos del recordatorio constante de que podemos cambiar para bien, en lo individual para mejorar en lo colectivo. Claro que podemos, solo pongámonos de acuerdo. ¿Les parece?

viernes, 8 de agosto de 2014

Somos un país de agua

¿De dónde sale el dinero para hacer giras por Canadá? 
"El lago ya llegó a su nivel máximo de saturación y  está pasando de ser un lago oligotrófico —de aguas cristalinas y potables— a un lago mesotrófico, —de aguas turbias y verdes— para eventualmente convertirse en un lago eutrófico, que es la triste realidad actual del lago de Amatitlán.  De sus 340 metros de profundidad, los 140 metros más hondos que antes sanamente tenían 7 ml de oxígeno, aún en sus partes más profundas, ahora no cuentan con nada de oxígeno", carta de Chesley Smith citada por Alfred Kaltschmitt en una columna de opinión reciente.

¿Ha visto usted alguna publicidad en contra de la contaminación del lago? ¿Ha leído sobre alguna organización que esté cabildeando en el Congreso por medidas institucionales para frenar la destrucción del lago? ¿Conoce usted alguna ONG que esté haciendo algo, de verdad, sin casacas, por la contaminación de este u otros lagos? Lo pregunto de entrada porque pareciera que el objetivo en Guatemala es lucrar con conflictos que "se cotizan" bien en el extranjero. En un margen de cinco años hemos visto cómo las ONGs y las organizaciones comunitarias se han quintuplicado alrededor de conflictos clave: indígenas, tierras, guerrilla y minería. Si analizamos las noticias, vemos que a cada rato surgen y aparecen estas entidades en diferentes partes del país causando conflicto y amparadas en la supuesta "resistencia ciudadana", bloquean toda iniciativa que pueda significarles ingresos. 

Nunca he leído o escuchado que CALAS proponga una sola alternativa para detener la destrucción del lago, sin embargo, son los primeros en aparecer respaldando a las "comunidades" que se oponen a la minería. ¿Será que es más lucrativo extorsionar a los inversores extranjeros y tratar de dificultarle las cosas a las empresas extranjeras a cambio de dinero bajo la mesa?

Y esto sirve solo a manera de ejemplo. Es preocupante que ante tantas carencias de nuestro sistema y con las fallas del gobierno, tengamos que mantener además a todos estos aprovechados. Como suelo hacer, los invito a que intenten responder a las preguntas que planteo y traten de discernir qué beneficios les ofrece a estas organizaciones combatir solo al capital extranjero, y por qué con casos más palpables y más urgentes, quizá, ahí sí no aparecen, nunca, estos dichosos activistas. 

No nos dejemos engañar. 

Por Güicho Godoy 

jueves, 7 de agosto de 2014

Berrinches vemos...

El circo está planificado y los payasos se ríen de nosotros
Lastimosamente, y contrario a lo que deseaba de este espacio de opinión, tengo que referirme al payaso fantoche que tenemos como aspirante presidencial. No quiero hablar de él ni hacerle publicidad a su ego maltrecho, pero toca, como siempre lo hago, para reflexionar sobre el guatemalteco como individuo y como sociedad.

El personaje, que ha comprado títulos universitarios y plagiado tesis doctorales (por el simple deseo que le llamen "doctor"); que ha contratado un equipo de campaña dispuesto a todo (importado del norte, para estar a la altura de Obama) que se ha asegurado que más por las malas que por las buenas aparezca siempre en primera plana y sea tendencia en redes sociales; que ha renunciado a su famoso partido con tal de eludir una prohibición del TSE ahora nos sale con que sus mismos correlegionarios exigen que se le deje salir del partido. Esos disparates que se agrandan en magnitud, creerá el fantoche, que significarán más votos para él con el entendido de que "no hay publicidad mala".

Como ciudadano me preocupa que asistamos a semejante acto de circo, a que amparado en la ignorancia de algunos y los intereses de otros este tipo resulte presidente. Muchos aseguran que las encuestas son falsas y que él no va a ganar. Pero no seamos tan confiados. Esos conflictos fabricados en todos los puntos del país y fuerzas oscuras se han movido desde hace más de cuatro años en lo interno. Piensen un poco: ustedes de verdad creen que ellos no saben que están haciendo el ridículo y que no ganarán votos en la capital y centros urbanos. Ellos lo saben y se ríen de nosotros, su verdadero peso está en los líderes menores, falsos líderes comunitarios e indígenas que han comprado para crear discordia en todos los puntos del país.

No es casualidad que ocurran ataques armados contra empresas, que hayan "manifestaciones indígenas", que hayan bloqueos para liberación de sus líderes. Créanme, eso es orquestado para proyectar una falsa sensación de poder con convocatoria a nivel de líderes comunitarios y para crear discordia en el resto de la población. Por supuesto que es responsabilidad también del gobierno, y son en gran parte responsables, pero lo que estamos viviendo es una cortina de humo, Baldizón en sí mismo es una cortina de humo.

Estemos atentos, leamos entre líneas y desconfiemos de todos esos "líderes" que celebran los conflictos. Su parte (y su mordida) pueden tener bajo el brazo.

viernes, 1 de agosto de 2014

Un fin de semana en Guatemala

Descanse, olvídese de los problemas. El ajetreo de las madrugadas, del tráfico, de las cuentas, los pagos, las deudas, la inseguridad y los impuestos. ¿Cree que nuestros abuelos se preocuparon por tantas cosas? En el escenario actual, ya es suficiente con tantas cosas en las que no podemos incidir. Debemos reflexionar y proyectar qué podemos hacer para que nuestros hijos, y nosotros mismos dentro de cinco años o 10 años, podamos preocuparnos menos por las cosas.

De ahí que hoy, lo invito a que contenga su brazo, olvídese de los compromisos y se escape. Guate tiene lugares hermosos dónde recargar energías, la niebla de Toto, el frío de los Cuchu, las playas alejadas de Jutiapa y San Marcos. No le recomiendo irse a La Antigua ni a Pana. Aunque bellos, se han industrializado mucho. Solo olvídese de todo, agarre el carro y váyase a donde pueda.

¿Cuál fue la última locura que hizo? Aproveche, son momentos en la historia donde se vale olvidarse de todo y cambiar de rutina. Créame, el lunes, la lista de problema que puse arriba seguirá intacta. Ya tendremos tiempo de preocuparnos por Baldizón, las elecciones, el TSE, la CC, la SAT, el impuesto de Circulación, como para amargarnos el finde previo.

Así que... Olvídese de todo y conozca Guatemala. Descubrirá mucho aunque usted no lo crea.

Por Güicho Godoy.

¿Cómo nos venden afuera?

La ley no importa, para las ONG's solo vale su verdad
Quizá, más allá de los trillados discursos políticos y frases para quedar bien con todo el mundo, el
mayor problema de Guatemala es que se plantean "soluciones" y alternativas desde la ideología y no desde la gente. El activista que inició con un pequeño proyecto de ayuda comunitaria se dio cuenta que era rentable utilizar esos proyectos para "vivir bien", así que ahora es un activista, con una ONG fundada por él, que no paga impuestos, que no es fiscalizada y sirve para su postura de negocios: seguir lucrando con la gente.

¿No me cree? Mire a su alrededor, recorra las páginas de la prensa, vea cuántas veces aparecen declaraciones de organizaciones "sociales" justificando actividades delictivas en todos los puntos cardinales del país. Siempre presentes en "la lucha", siempre atentos a aparecer en las noticias, estos activistas pareciera (y sabemos que es verdad) que lo único que les importa es perpetuar su mina de oro: si Guatemala progresa, si Guatemala reduce sus índices de pobreza y desempleo, ellos se quedarán sin hueso. Bien saben que en otro país les será mucho más difícil enriquecerse sin trabajar.

Recuerde, cada vez que lea "No queremos hidroeléctricas" o que se entere que bloquearon un paso "exigiendo la liberación de nuestros líderes" encontrará activistas "asesorando" a las comunidades. No importa si es para instalar una nueva hidroeléctrica, para construir una nueva carretera, para oponerse a los cobros de energía eléctrica (como si estuvieran dispuestos a iluminarse con candelas), contra cualquier negocio que medio parezca de "extranjeros". Ahí los va a ver, a los activistas haciendo su trabajo, sembrando intriga y dividiendo a la gente.

Miren el ejemplo de los encarcelados por promover el robo de energía eléctrica. Tres "líderes" fueron apresados, y además de bloqueos, manifestaciones y toda una logística de comunicados de prensa y Lobby con otras "organizaciones", ahora ya están vendiendo el conflicto afuera, crean sitios web, convocan al público inocente e incauto de otras latitudes, gente con tan pocas preocupaciones en su vida que andan tomando la bandera de cualquier indignado en cualquier país. Yo me he topado con estrategias de este tipo por casos de minería, del conflicto armado, por desalojos y ahora también por robar luz.

Triste cuando no queda más que mentirle a la cara al mundo, vender una historia trágica de represión y de víctimas minorías en el país.

Estén atentos, según los incautos de los países "desarrollados", somos salvajes viviendo en árboles víctimas de un Gobierno represor. Y el problema no es ese, sino que la gentil ayuda que envían nuestros salvadores para combatir este "mal" no se ve en ningún lado más que en los bolsillos de los activistas. No nos prestemos a ese juego.

Por Güicho Godoy.

Energía es más que luz

La energía eléctrica es necesaria para nuestras vidas, para el desarrollo del país y debe de tener una red fuerte para que nos llegue a todo...