A raíz del conflicto
en torno a los proyectos hidroeléctricos Oxec I y II, la CC dictaminó que el
Ministerio de Energía y Minas realice una consulta a las comunidades indígenas.
Ahora resulta que las comunidades están planificando una consulta paralela, pero
eso no es lo correcto. Hay que hacer las cosas conforme a la ley o después no
habrá derecho a protestar.
Uno de los principales argumentos de las organizaciones que
se oponen a los proyectos hidroeléctricos es que estos son instalados sin
consultar previamente a los pueblos indígenas de la región, según establece el
Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Entonces, como respuesta a los problemas que se han
producido en torno a los proyectos hidroeléctricos Oxec I y II, en Alta
Verapaz, la Corte de Constitucionalidad (CC) dictaminó que el Ministerio de
Energía y Minas (MEM) debe realizar la consulta a los pueblos indígenas en 11
comunidades cercanas a las hidroeléctricas.
Según expresaron los magistrados de la CC, el proceso de
consulta debe ser un diálogo de buena fe entre el Estado (representado por el
MEM), las comunidades y los propietarios de los proyectos.
Sin embargo, ahora resulta que en el municipio de Santa
María Cahabón se está gestando una consulta paralela que se realizará el
domingo 27 de agosto.
Esta otra consulta no solamente es ilegítima porque no
cumple con lo que establecen el Convenio 169 y la sentencia de la CC, sino que
pone en peligro todo el proceso de la consulta que debe realizar el MEM. El
resultado sería una ola de desinformación, más conflicto social y posibles
disturbios que no traerían nada bueno para nadie.
No equivoquemos el camino, señores: si hablamos de respetar
la ley, respetémosla en su totalidad. Si protestamos porque las cosas no se
hacen como es debido, entonces demos el ejemplo de la buena fe que decimos
tener y sigamos al pie de la letra lo que dictan las instituciones. De lo
contrario vamos a seguir como siempre, cada quien jalando por su lado y jamás
llegando a nada concreto.
Aquí no se trata de hacer nuestra propia fiesta porque no
nos gusta la fiesta oficial. Si queremos que el país prospere, debemos dialogar
como gente adulta y no hacer berrinche ni poner en riesgo los debidos procesos
legales.
Creo que es necesario que pongamos en perspectiva la visión
de país que debemos tener: progreso y diálogo, o atraso y conflicto. Sería
idóneo que las autoridades informen bien a la población donde ser llevarán a
cabo estas consultas para que no caigan en desinformación.
Hay que evitar a toda costa de desmotivar a los pueblos en
los procesos legales que servirán para el desarrollo de la misma comunidad. Hagamos
bien las cosas. O suframos las consecuencias. El imperio de la Ley y el Estado
de Derecho, debe ser el faro que nos guíe hacia una visión de país incluyente, pluricultural
y con ganas de desarrollarse siempre.
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