Guatemala es un país que necesita
emprendedores. Pero si a las dificultades económicas de fundar una empresa le
añadimos el acoso de instituciones como CODISRA, el camino se torna cuesta
arriba.
El crecimiento
económico de un país proviene de varias vías: turismo, seguridad, estabilidad
monetaria, inversión extranjera, un Estado libre de corrupción y emprendimiento
empresarial, entre otras.
Todos sabemos
que fundar una mediana o pequeña empresa es difícil en un país como el nuestro.
Entre las primeras cosas que se necesitan, aparte de una fuerte suma de dinero
(lo más difícil en la mayoría de los casos), debemos tener un concepto, una
idea para otorgarle identidad a nuestros productos.
¿Qué vamos a vender, y cómo
hacer que nuestros futuros clientes nos identifiquen?
Una vez lograda
la identidad-imagen para nuestro producto, que en papel suena fácil pero en la
realidad no lo es tanto, debemos posicionarlo, invertir en publicidad y decidir
si será un negocio de ventas en línea o si pondremos un local. En ambos casos,
la inversión tiempo-dinero es considerable.
Negocios con identidad intercultural:
¿Sí o no?
El reciente caso
de CODISRA demandando a la marca de ropa María Chula es un ejemplo de las
contradicciones en que incurren algunas entidades del Estado. El consenso
general es que CODISRA exageró al argumentar que el nombre de dicha empresa es
peyorativo porque el nombre María se utiliza para designar a las mujeres
indígenas, y que chula es un término paternalista.
Y aunque el
escándalo se ha enfocado más desde un punto de vista cultural y social, también
es preocupante desde un punto de vista económico. No solo hay pocos
emprendedores en Guatemala sino que ahora deberán andar con pies de plomo al
crear sus conceptos y bautizar sus empresas, no sea que los demanden.
Las
consecuencias pueden ser precisamente lo que en teoría buscan evitar entes como
CODISRA: que los empresarios se abstengan de tocar cualquier tema indígena por
temor a las demandas.
Y no es así
como se construye la unidad de un país multicultural y plurilingüe como el
nuestro.
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