Por Luis Pedro Coroy.
Aun no se cumple un mes de iniciado el ciclo escolar y ya
empieza se han visto protestas de padres, maestros y de los mismos estudiantes
quienes buscan ser escuchados y atendida su petición por recibir una educación
digna.
Lamentablemente las notas negativas se vuelven más comunes a
medida que avanza el ciclo, aulas en mal estado, escuelas sin maestros, niños
sin útiles y, la más reciente, niños que recibieron de parte del Ministerio de
Educación salsa kétchup para su refacción escolar.
Además de indignar, preocupa que haya alguien quien lee y
aprueba este tipo de situaciones, a quien no le importa la salud o el hambre de
los niños. Esto aparte de afectar de
forma negativa a la educación en este centro escolar también contribuirá a la
desnutrición crónica que ya afecta a la mayoría de niños en el país.
Tal parece que al llegar a un despacho ministerial a los
funcionarios se les olvida que toda persona y ciudadano guatemalteco tiene
derechos que son inalienables, lo dice la Constitución, y entre estos está el derecho
detener una vida digna con alimentación y educación. A mí de verdad me gustaría
ver si ellos aceptarán una refacción así o si estarían dispuestos a arriesgar
su salud o la de sus hijos con este tipo de alimentos.
Lo más preocupante de esto es saber que si una escuela denunció
este tipo de abusos, ¿cuántas más habrá en la misma situación? Cuántos de los
más de 4 millones de estudiantes pasan hambre a diario. Y cuántas de las
instituciones al cuidado de los guatemaltecos hará algo al respecto.
En este sentido, la Procuraduría General de la Nación
debería hacer las averiguaciones para la protección de estos niños, así como el
Ministerio de Salud. Hasta el Ministerio de Desarrollo Social tendría que ver a
dónde se destinan los fondos para la gratuidad en salud y educación. “Muchos
padres para una sola misa” dicen en mi pueblo.
En todo caso también debería el Ministerio Público iniciar
una investigación para encontrar al culpable de esta “decisión” pues a mi
criterio se está atentando contra la vida de muchos niños y con ello el futuro
del país. Basta de dar excusas y pónganse a trabajar en lo que les corresponde,
si están en esos puestos es por su capacidad, así que ¡demuéstrenla!