miércoles, 29 de junio de 2016

"Brexit..." Sabés de qué se trata?


En los últimos días hubo un término que ha ganado notoriedad en distintos ámbitos y eventos en el mundo, si has visto noticieros o medios de comunicación globales tal vez lo viste: brexit, pero de qué se trata, aquí podemos aprender un poco sobre este tema.

Empecemos por leer o investigar un poco para conocer que se trata de la unión de dos palabras en inglés, la abreviatura de British (Br) y Exit, y que traducido significaría “Salida británica” haciendo referencia a la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea (UE), hecho que ya está dando de qué hablar en el resto del mundo con bueno y malos augurios. Gran Bretaña ingresó a la Unión Europea hace 43 años y desde su creación esta asociación solo había sumado integrantes y no deserciones.


Pero esto no se trató de una decisión arbitraria sino que fue la ciudadanía británica quien decidió por medio de un referendo su permanencia en este grupo. Aunque se trata de la primera vez que un integrante la abandona, como antecedente se tiene el Grexit, la cual fue la posibilidad de la salida de Grecia de esta entidad a causa de su crisis económica.

A nivel de relaciones con otros países, hay quienes dicen que sí va a tener consecuencias aunque otros esperan una mejoría en algunos aspectos que ya eran temas de conflicto como la inmigración, acuerdos de empleo, la democracia y la soberanía, u otros desacuerdos con países miembros.


Lo que sí es cierto es que la decisión de salir de la UE, no ganó por un amplio margen, es más muchos británicos en el exterior ven esta separación como algo negativo, además existe el temor que otros también quieran separarse o debilitar a la UE ante el mundo.


Criticada o no, lo que hay que destacar es que para bien o para mal, fue una decisión que tomó la ciudadanía ejerciendo sus derechos, algo que siempre será algo muy positivo. 

miércoles, 22 de junio de 2016

Hablar es fácil...


Esta frase por lo regular se acompaña cuando hay situaciones adversas, como para compensar una desventaja producto de una gran necesidad. En nuestra sociedad todos damos por hecho que vamos a tener agua, luz o comida con solo abrir una llave o alacena, pero cuando en esta no hay ni un pan para compartir, ahí es donde la cosa se complica.

Por momentos se podrán ignorar a las tripas pero cuando hay bocas y barrigas que dependen de uno cualquier ayuda es más que bienvenida. Y más cuando esta ayuda significa poner un plato de comida, mantener la salud o tener educación.

Y es que como una injusta coincidencia los lugares con menos desarrollo son los que más necesidades presentan, lugares en donde la modernidad se materializa en un camino que parece no lleva a ningún lado. Ante esta situación de abandono, la única asistencia que reciben muchas comunidades es por parte de empresas o voluntarios que buscan la forma de ayudar y mejorar la vida de las personas.



El desarrollo también puede llegar de otras formas que no tienen nada que ver con la cobertura estatal y es por medio de proyectos que ven oportunidad y potencial en algunos territorios. Acá toma importancia entender el significado de la Responsabilidad Social Empresarial. Poniéndolo de otro modo, es la relación de dar para recibir entre las empresas y las comunidades.

Pero el éxito de estos programas radica en su especialidad, que están pensados para una comunidad específica pues no todas las poblaciones tienen los mismos problemas o necesidades, no pueden ser todos iguales, así como una misma pastilla no funciona para todas las enfermedades.


Pero fuera de este contexto, lo importante no es solo conocer los problemas de nuestras comunidades sino de trabajar como sociedad para arreglar las cosas, no podemos cruzarnos de brazos y esperar que alguien más haga algo, no se trata de eso. Tenemos que ser agentes de cambio, buscando siempre el bien común, todos podemos hacer algo, lo importante es tomar acción y luchar por un mejor futuro.



lunes, 13 de junio de 2016

Sobre el trabajo infantil


No cabe duda que hay temas que no pasan de ser una anotación en los calendarios de organizaciones internacionales, uno de estos es el Día mundial contra del trabajo infantil, anunciado pero no celebrado el pasado 12 de junio. Gracias a su vulnerabilidad los niños son obligados a laborar en las llamadas peores formas de trabajo como lo indica la Organización Internacional del Trabajo, OIT, convirtiéndose muchas veces en esclavos pues algunos no llegan a recibir un pago.

En nuestro país muchos de estos casos se ven a diario en los semáforos en donde menores son obligados a mendigar para satisfacer las necesidades económicas de otros, una forma de explotación que pasa frente a las autoridades sin que estas hagan algo para detenerla, mucho menos velar por los derechos humanos de los niños.

Como un mito urbano se sabe que hay vehículos que distribuyen a estos menores en sitios estratégicos con tal de aprovechar la mayor cantidad de peatones o conductores para pedir dinero. Si bien se ha visto en los medios la desarticulación de bandas de explotadores, este es un mal que parece afectar cada día más en lugar de disminuir.


Pero ¿de quién es la culpa? ¿De los padres de estos niños o del Estado? Yo diría que de los dos, unos por no tener una clara planificación familiar y luego dar u obligar a sus hijos para este tipo de explotación; y del Estado por no proporcionar las oportunidades para el desarrollo familiar integral.

Tengo que reconocer que el día contra el trabajo infantil también me era desapercibido hasta que recibí información sobre cómo identificar este tipo de explotación y, lo más importante, como denunciarla. Este último punto me parece el más importante a resaltar pues todos lo vemos pero en realidad no sabemos qué hacer.


En lugar de buscar monedas para dar a los niños, por qué no mejor escribimos varios papeles con un número para pedir ayuda, creo que con ello podemos rescatar a muchos de esos niños quienes se merecen algo más que ser bufones de un sistema que no vela por ellos.


Sin ánimo de utilizar una muletilla demasiado gastada, pero sí todos podemos hacer algo para que nuestra ayuda no se quede en solo dar las monedas que pensamos van a ayudar pero en realidad solo alimentan el ciclo de la explotación infantil. 


jueves, 9 de junio de 2016

El tinte de la Plaza


Para este sábado 11 de junio está hecho el llamado, la Plaza de la Constitución volverá a ser el lugar para poder gritar nuestras inconformidades esperando que con esta manifestación logremos los cambios tan necesarios en esta sociedad que cada día se sorprende, o mejor dicho nos sorprenden con cada hallazgo de corrupción.

Creo que el mayor cambio esta vez será nuestra capacidad para poder comunicar desde el lugar, algo que en las manifestaciones en contra del gobierno anterior no se podía, lo que muchos atribuyeron a bloqueadores de señal, además de la intimidación de gente haciendo fotos de los asistentes.


En esta entrada estaré hablando un poco de nuestro derecho a ser escuchados, algo a lo que pocos estamos acostumbrados y, por el contrario, terminamos aceptando cosas incluso cuando no son del todo de nuestro agrado. No estábamos acostumbrados a reclamar y eso, aunque no lo crean, tiene mucho que ver con la situación actual.

Pero bien, han sido los últimos acontecimientos y hallazgos de la mancuerna MP-Cicig los que llaman de nuevo a la plaza ahora no para protestar en contra del color naranja sino contra todas las expresiones de corrupción en casi todos los niveles y poderes del Estado. A retomar las calles contra lo qué y quienes afectan al país.


Las peticiones esta vez apuntan a la renuncia de varios diputados señalados de ilícitos, reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos así como al sector justicia. Además la revisión por parte de la Procuraduría General de la Nación de la licitación de los canales de televisión nacional. Todo esto lo podemos lograr con la unidad.

Son varias las organizaciones y medios de comunicación los que se han sumado a este nuevo llamado, se espera una afluencia masiva y todos estamos invitados pues al final, estamos en nuestro legítimo derecho de ser escuchados y yo pienso hacer uso del mío.


Y ¿te vas a quedar en tu casa y seguir aceptando imposiciones o vas a la plaza? 

Energía es más que luz

La energía eléctrica es necesaria para nuestras vidas, para el desarrollo del país y debe de tener una red fuerte para que nos llegue a todo...