jueves, 24 de noviembre de 2016

Todo lo que leo, escucho y veo es: Beee, beee, beee...

Desde hace algún tiempo no tenía la oportunidad de revisar varios de los periódicos que circulan a diario, debo confesar que sentí cierto temor pues en casi todos figuraban titulares desalentadores y no me refiero a buenas o malas noticias sino el hecho de que era todo lo mismo, palabras más, palabras menos, pero todo apuntaba a una misma noticia.

Eso me hizo recordar mis pasos por el reporteo para un medio escrito y de cómo antes de salir de la redacción “en busca de la noticia” ya llevábamos un guion de los temas y personas idóneas para desarrollar el tema, entonces como diría el meme: “así qué chiste”.


La responsabilidad de informar es algo muy delicado, pero de informar de verdad, no solo replicar como jaula de loros hasta el cansancio. Alguien me dijo entonces: “No te quedés solo con lo que dice el vocero, buscá tu propia nota, tené tu propia agenda, no salgás con lo mismo del montón”, yo lo entendí como “salí del rebaño”

Hice un listado de los temas, lo propuse y me di cuenta que le valió un pito a mi editor; entonces si voy a escribir babosadas que sea algo que de verdad aporte o al menos intenté. Eso resumió mi trabajo periodístico de esa época, y pues hoy veo todo igual, no digo que todos sean igual pero sí hay muchos. Se sigue un guion disfrazado de noticia, en donde se escribe y no se discute, se hacen relaciones de personas o empresas porque alguien pensó que sería chilero joder a alguien.


Muchos adoptaron el método de “reportar en vivo”, así, sin temor y sin contraparte, basados en rumores. Se tira la pedrada a esperar las consecuencias, con el as bajo la manga de la aclaración. Una víctima recibe hasta 3 o 4 nombres antes de dar el correcto, mientras 3 o 4 familias están con el “Jesús” en la boca esperando lo peor.

La cosa no es así señores, no es el periodista o reportero más cabrón el que logra acorralar a los funcionarios sino el que procura mejorar su trabajo. La nota principal no va a ser siempre el titular del día una frase, dato o cifra puede aportar más interés que páginas y páginas de algo que busca ser noticia.

Repito, la responsabilidad de informar es grande, por ello los periodistas y los medios de hoy deben ser fieles a sus principios, lamentablemente cuando se trata de manchar reputaciones siempre hay alguien dispuesto a torcer sus líneas de información, agregar palabras o nombres con tal de hinchar una nota que mañana tal vez ni se recuerde. Lástima que una nota bien investigada, contrastada y pulida mañana ya no sea noticia pues ahora, en este momento, ya todos salieron con ella, aunque sean datos con errores.

Pesa más el ¡¿cómo va a ser que el otro medio salga con eso y nosotros no?! Aunque todo sea un invento con mala intención. La objetividad debe prevalecer pues como personas comunes queremos saber la verdad.


Yo espero que esto cambie, pues es a partir de esa información que la gente va a tomar conciencia y acción, por ello la importancia que todo sea cierto,  no ganamos nada amarrando cosas con tal de joder a alguien, pues cuando la verdad sale el único perjudicado es el pajero del periodista que se inventó datos y de esos hay ya demasiados.

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