lunes, 18 de diciembre de 2017

ENERGÍA, MITOS Y JUSTICIA

Antes, los mitos y leyendas se transmitían de boca en boca. Ahora, que nos la llevamos de modernos, los mitos son difundidos por internet. Lo malo es que la web alcanza mucho más gente en menor tiempo y se difunden creencias erradas.

Hoy, por ejemplo, vi un video que entre otras cosas afirma que la radiación electromagnética de las torres y subestaciones de alta tensión dañan la salud y el medio ambiente. El video dice que las líneas de alta tensión causan leucemia, alzheimer, esclerosis, cáncer cerebral, abortos, malformaciones fetales y hasta conductas suicidas.

Esto me hace pensar que, a pesar de que estamos en 2017, los mitos que escuchábamos en los años 70 y 80 todavía perduran en la mente de muchas personas. Y eso es uno de los mayores frenos al progreso en nuestros países: no distinguir los mitos de la realidad científica.

No olvidemos que el desarrollo va de la mano de la energía eléctrica. Y en muchos sentidos: si queremos vivir sin apagones, hacen falta subestaciones. Si queremos iluminación pública para evitar asaltos, hacen falta postes. Si queremos que haya hospitales efectivos y funcionen las máquinas de oxígeno y los monitores médicos, necesitamos electricidad.

Oponerse a ello es condenarnos a seguir en el subdesarrollo, en la pobreza y la falta de accesos a salud, educación y oportunidades. Así de simple.


Lo que dice la ciencia
Según afirma el doctor Ricardo Cubedo, oncólogo de la Clínica Universitaria Puerta de Hierro, Madrid, en un artículo en El Mundo.es, las radiaciones de las líneas de alta tensión se clasifican en ionizantes y no-ionizantes.

Las ionizantes son las de los Rayos X, la radioterapia y los reactores nucleares; las no-ionizantes “pertenecen a los campos electromagnéticos que se producen en torno a cualquier dispositivo por el que circula corriente eléctrica, como líneas de alta tensión, teléfonos móviles, afeitadoras eléctricas, hornos a microondas u ordenadores”.

O sea que una torre de alta tensión no es más riesgosa que llevar el teléfono en el bolsillo, trabajar en computadora o calentar nuestro café en un horno microondas.

Cubedo explica que las radiaciones que tienen efectos sobre los tejidos vivos son las ionizantes. Los efectos negativos serían la radiación de las explosiones atómicas y los Rayos X que pueden ser perjudiciales para un feto; y los benéficos serían la radioterapia en el tratamiento del cáncer y la esterilización de materiales quirúrgicos.

La exposición a los campos electromagnéticos depende de la potencia de la fuente y de la distancia. Y aunque la potencia de una línea de alta tensión es muy alta, “el campo electromagnético que envuelve a quien está debajo de ella es menor que el que ocasiona un teléfono móvil o una afeitadora eléctrica”, detalla el médico.

Al respecto se han realizado experimentos donde someten animales a campos electromagnéticos más intensos que los que cualquier persona podría experimentar durante toda su vida, y no se han apreciado efectos dañinos.

Y más importante: durante muchos años se ha estudiado a personas que por su profesión están en contacto, durante la mayor parte de su vida adulta, con radiaciones no-ionizantes intensas: trabajadores de mantenimiento de líneas eléctricas de alta tensión, radiotelegrafistas, telefonistas, técnicos de sonido, marineros de submarinos o aviadores, y ninguno de estos grupos presenta mayor incidencia de cáncer que la población general.

Otros estudios afirman que el número de personas con leucemia y distintos tipos de cáncer en territorios urbanos atravesados por torres de alta tensión es la misma que en cualquier otro sitio. Y que el número de enfermos no aumenta en áreas donde la intensidad de los campos eléctricos es más grande.

Cubedo añade que no hay que desestimar que muchas personas, por herencia familiar, tienden a padecer algún tipo de cáncer. La culpa no es de las líneas de alta tensión sino de la genética.
Y como el tema es demasiado extenso para discutirlo en un post, les recomiendo leer este enlace, que explora los mitos y fraudes al respecto.

No nos dejemos llevar por lo primero que leamos. Lo importante es que investiguemos por nuestra cuenta y miremos más allá de un post engañoso. Yo mismo admito que hace años también creía en algunos mitos que ahora me dan vergüenza, pero nunca es tarde para romper las cadenas de la desinformación.

Es pura cuestión de voluntad. Ahí está el internet, esa valiosísima fuente de información, para que nos eduquemos. La web no es solo memes o videos de gatitos, es una herramienta de información, que en malas manos, se convierte en desinformación y atraso para nuestas comunidades.


El caso Guatemala
Desde hace años, en nuestro país han surgido personajes de dudosa moralidad que se autonombran defensores del medio ambiente y enemigos de la corrupción cuando en realidad son mercenarios del conflicto, como el sindicalista Bernardo Caal, los dirigentes de Codeca y algunas ONG.

Estas personas viven de la calumnia, los bloqueos de carreteras, la toma de fincas y la oposición sistemática a los proyectos de electrificación en nuestro país. Lo irónico es que claman por justicia y transparencia y ellos mismos promueven el abuso y la ilegalidad.

Como ejemplo, miremos lo sucedido en Baja Verapaz en noviembre de este año, cuando la empresa Energuate desactivó el suministro eléctrico a unos 14 dirigentes de Codeca: a unos por tener conexiones ilegales en sus domicilios y a otros por llevar años sin pagar sus facturas por consumo de electricidad. En conjunto, el monto de lo adeudado ascendía a Q52,843.

Bernardo Caal, por su parte, se autonombra líder comunitario de la región del Cahabón, pese a que vive en Chimaltenango. Este personaje ya tiene dos órdenes de captura en su contra: la primera por cobrar un año de sueldo como maestro sin haber dado clases nunca, y la más reciente, del 8 de diciembre, por acusaciones de robo agravado, detenciones ilegales con agravaciones específicas e instigación a delinquir.

¿Y cuáles son las armas que utilizan estos seudo-dirigentes para manipular a la gente? La desinformación, el rumor y la mentira digital. No son líderes de sus comunidades sino al contrario: lucran con la miseria de la gente que dicen defender.


Energía es más que luz

La energía eléctrica es necesaria para nuestras vidas, para el desarrollo del país y debe de tener una red fuerte para que nos llegue a todo...